El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó ayer una resolución en la que se exigía a Israel un alto el fuego en Gaza. El texto fue propuesto por los 10 miembros electos del Consejo y apoyado por Rusia, China, Francia y Reino Unido, que son miembros permanentes. Estados Unidos se abstuvo, decisión que no paralizaba la resolución porque el país norteamericano no aplicó su derecho a veto, tal y como sí hicieron unos días antes tanto Rusia como China con otra propuesta de alto el fuego apoyada por Estados Unidos. En la resolución también se exige a Hamás la puesta en libertad de todos los rehenes capturados en los atentados terroristas del 7 de octubre.
La resolución aprobada por el Consejo de Seguridad ha contado con una dura respuesta por parte de Israel, que ha acusado a Estados Unidos de retirarse de la postura de defensa de la acción militar israelí. Además, han cancelado una visita oficial de una delegación a la Casa Blanca. Israel pretendía que Estados Unidos utilizara su derecho a veto, algo que no ocurrió.
Israel empieza a quedarse solo, como ya le sucedió en el pasado a Sudáfrica, con su política de genocidio y exterminio hacia el pueblo palestino. En este sentido, la posición del gobierno español está siendo contundente y está liderando una iniciativa para que varios países de la Unión Europea reconozcan al Estado Palestino. Eso ha provocado que Israel califique a Pedro Sánchez como «cómplice del terrorismo». Este mero hecho ya obliga a la ruptura de relaciones diplomáticas con ese país y la expulsión del embajador de Madrid. El problema es que Israel es aliado de Marruecos y ya sabemos que eso tiene mucho peso porque para los actuales inquilinos de la Moncloa hay intereses desconocidos en juego.
Por otro lado, la abstención de Estados Unidos también requeriría de una respuesta diplomática por parte de España. Para paralizar el genocidio en Gaza no sirve ponerse de perfil. Hay que tomar partido. En consecuencia, la abstención, que aunque no frenó la resolución, no sirve y España, con su postura actual respecto a Palestina, debe reaccionar con una llamada a consultas del embajador en Washington.