La izquierda andaluza vuelve a caer en la trampa

07 de Junio de 2022
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Debate 19J

El primer debate de las elecciones al Parlamento de Andalucía se celebró anoche y no dejó dudas ni cambió demasiado la intención de voto de la ciudadanía, sobre todo de los indecisos. Mucho choque en ámbitos muy generales pero no se entró en un análisis real de los problemas reales de los hombres y mujeres de Andalucía.

Si se entra en la cuestión vacía de quién ganó o perdió en el debate, la realidad es que quien salió reforzado fue el propio presidente Juanma Moreno Bonilla, no porque hiciera un despliegue de políticas y de promesas electorales espectaculares, sino todo lo contrario. Moreno supo evitar mancharse las manos y eso, en una posición deenorme ventaja en los sondeos, es lo que debía hacer.

Por su parte, Juan Espadas, el teóricamente rival del candidato del PP, mantuvo un perfil fuerte, con crítica a la gestión de Moreno Bonilla, pero el sevillano lo tiene muy difícil cuando se presenta a estas elecciones con la pesada mochila de la nefasta gestión de Pedro Sánchez. Espadas pagará la factura de los errores en la Moncloa y eso es muy duro.

Sin embargo, lo más duro para la ciudadanía andaluza es la posición adoptada por la izquierda que recuerda mucho a la situación en la que se colocaron en los últimos comicios en la Comunidad de Madrid que terminó con la victoria aplastante de Isabel Díaz Ayuso.

Los partidos de izquierda se centraron en denunciar la situación de los servicios públicos esenciales bajo el gobierno de Juanma Moreno pero sin concreción en las propuestas. En la situación actual, con la depauperación de servicios públicos como la educación y la sanidad, lo que la ciudadanía quiere es, precisamente, saber no sólo el "qué" se va a hacer, sino el "cómo" y el "cuándo".

El pueblo, en un momento en el que los cantos de sirena del populismo calan mucho, espera de la izquierda soluciones reales. Ya no le sirve con que un político les diga que van a aumentar el número de camas hospitalarias, sino que espera que se le diga cómo se va a hacer en el menor tiempo posible, porque la ciudadanía vive en una situación de emergencia tal que no quiere promesas que se cumplen al final de la legislatura, sino que se implementen de manera urgente y prioritaria. Y eso la izquierda no lo sabe transmitir, tal y como se demostró en las elecciones madrileñas o en el debate de anoche.

Por otro lado, el mantra del miedo a la extrema derecha tampoco es muy viable ni efectivo. Sólo hay que ver los sondeos para comprobar que son millones de personas las que están dispuestas a votar a VOX, por muy despreciables que sean el programa y las propuestas de la candidatura de Macarena Olona. La izquierda no está analizando que ni en España ni en Andalucía hay tantos millones de "fachas" sino que el crecimiento del apoyo a la extrema derecha es la consecuencia de los fracasos de los partidos que ya han estado en el poder, tanto en la derecha como en la izquierda, sobre todo en la izquierda.

Por tanto, la izquierda siguió en sus debates y sus propuestas generalistas, el PP no se quiso manchar las manos y la extrema derecha, pues eso, a sus ataques al feminismo, a la izquierda y al sistema. Sin embargo, las tres opciones progresistas cayeron nuevamente en la trampa que favorece a Juanma Moreno Bonilla quien, como hizo el debate, no va a entrar a confrontar sino que se centrará en defender lo suyo que, a medida que pasa el tiempo, puede ser suficiente para ganar estos comicios.

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