Uno de los aspectos más duros que están viviendo muchas de las familias afectadas por las obras de la Línea 7b del Metro de Madrid es ver cómo se hunden sus hogares y estar obligados a seguir pagando la hipoteca. En muchos casos, incluso, los bancos siguen pasando el pago mensual a pesar de que la vivienda hipotecada ya ha sido derribada.
Hay vecinos de San Fernando que se han tenido que ir a vivir a casas de familiares porque sus economías no pueden soportar el pago de esa hipoteca y, además, de un alquiler. Víctor Yángüez, uno de los afectados, en una entrevista a Diario16, señaló que a su familia, que continúa pagando su préstamo hipotecario, la entidad financiera no les había ofrecido ningún tipo de solución.
«Seguimos pagando la hipoteca. Incluso nos continuaban pasando el recibo del seguro del hogar. Imagínate, tener que pagar el seguro de una casa que han derribado», afirmó Víctor Yángüez.
Que la banca es cruel no es noticia, es lo habitual. No hay más que ver los miles de desahucios perpetrados por los bancos y las cajas durante los peores años de la crisis económica o las cláusulas abusivas. Sin embargo, la situación en la que se encuentran los afectados del Metro en San Fernando es imprevista y puede activar la cláusula rebus sic stantibus.
Según un análisis publicado por el despacho de abogados Roca Junyent, «esta figura jurídica se utiliza para indicar que un pacto seguirá vigente y, por tanto, será obligatorio en sus propios términos siempre que se mantengan las condiciones/circunstancias de cuando se estableció el acuerdo. De hecho, en latín, rebus sic stantibus significa ‘mientras continúen así las cosas’».
Por tanto, esta cláusula puede aplicarse si las circunstancias han cambiado de manera imprevista respecto a las que imperaban en el momento de la firma de la hipoteca y, en consecuencia, de la entrada en vigor del contrato del préstamo.
A los afectados por las obras del Metro de la Línea 7b les aplica directamente esta cláusula, dado que su espíritu es el mantenimiento del equilibrio en la relación contractual y que no se genere una excesiva onerosidad. Hay familias que se han visto obligadas a pagar un alquiler y no han dejado de hacerse cargo de la hipoteca de una casa que han derribado o que se encuentra en un estado en el que corre peligro la vida humana.
Existe jurisprudencia suficiente como para que las familias afectadas puedan reclamar que se les aplique esta cláusula y la anulación de sus contratos de préstamo hipotecario. En concreto, la sentencia del Tribunal Supremo del 28 de abril de 2013.