Los desastres sociales que producen al pueblo la falta de voluntad política y otros intereses

13 de Agosto de 2021
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Sanchez voluntad

La subida desbocada del precio de la energía eléctrica sólo es consecuencia de la falta de voluntad política para resolver los verdaderos problemas de la ciudadanía, caiga quien caiga y por encima de los intereses de quien sea.

La respuesta dada por la Comisión Europea a preguntas del PP, reveló cómo las excusas dadas por el Gobierno de Sánchez son insostenibles y que el silencio del presidente ante un problema que afecta directamente al bienestar de tantos millones de personas podría ser causa de dimisión por incomparecencia, por muy de vacaciones que esté.

En concreto, la Unión Europea dejó claro que los Estados miembro tienen margen de maniobra, incluso, para intervenir el sistema tarifario y evitar que se produzcan crisis sociales como la que se está viviendo en España.

Pedro Sánchez, por tanto, y según su igualdad real social como socialista, con la conciencia libre, no dejándose manipular por la ministra neo capitalista de Economía y con el apoyo manifiesto de sus socios de izquierda de Unidas Podemos, tiene una solución, aparentemente sencilla: la declaración del estado de excepción parcial, tal y como establece la Constitución para, de este modo poder tomar el control de las eléctricas durante 15 días, tiempo para negociar con ellas la bajada de la factura. Si no aceptaran, Sánchez puede aplicarles una subida del impuesto de sociedades bajo penalización si lo costean los usuarios.

Si los resultados no son justos para los españoles y españolas, Sánchez debe convocar de manera urgente un Consejo de Ministros extraordinario con un único orden del día: aprobar el viejo proyecto de la creación urgente de una empresa pública de energía.

De este modo, Sánchez podrá resolver uno de los grandes problemas que pesan sobre las posibilidades de no repetir en la presidencia. El otro está en el Mediterráneo. Un tercero, la realidad de un socialismo feminista de verdad, junto a otros temas no menores sobre derechos humanos se lo podrán resolver el activismo feminista si pasa a la acción con voluntad política y coherencia ideológica.

Otros de los problemas que tiene Sánchez lo tiene en la conveniencia de identificar su socialismo con sus relaciones públicas y privadas con el rey emérito y sus amistades peligrosas en común. Pero eso se lo puede resolver él solo.

España está harta

La subida inmisericorde de las tarifas de la energía eléctrica se ha convertido en última gota que ha colmado la paciencia de la ciudadanía ante la falta de respuestas, salvo escasas excepciones muy concretas, de Pedro Sánchez y de su gobierno.

La falta de voluntad política a la hora de actuar con el objetivo único de la resolución de los problemas reales de la ciudadanía, la nula decisión de afrontar el hecho de que para que el pueblo pueda resolver sus necesidades afectará directamente en el interés de los poderosos, genera una situación de desafección absoluta que es muy difícil de revertir.

Llega un momento en que el hastío convierte lo necesario en insignificante. Cuando ese instante llega, el gobierno correspondiente ha finiquitado su tiempo y, en consecuencia, está obligado a dar la voz al pueblo. Sánchez está, gracias al poder otorgado a quien representa a las élites en el Consejo de Ministros, a dos decisiones erróneas de llegar a ese punto.

Sánchez ha provocado que todos vayan contra él

La subida desbocada del precio de la luz ha provocado que la oposición de derechas, los ultras e, incluso, los socios de gobierno de Sánchez, se hayan mostrado contrarios a cómo se está gestionando la crisis actual.

La derecha y los ultras, que ya han llegado a este momento totalmente asilvestrados, utilizan el populismo absoluto a la hora de dar soluciones a este problema y para trasladar aún más la falta de voluntad política a la hora de tomar decisiones. El PP, por ejemplo, propone unas políticas que, por un lado, son absolutamente contrarias a lo que aplicaron cuando gobernaron con Aznar y con Rajoy respecto a la regulación del mercado eléctrico y, por otro lado, sus propuestas no afectarían bajo ningún concepto a los intereses de las eléctricas.

Sin embargo, lo que más sorprende es la reacción de Unidas Podemos que, con un bagaje de casi dos años en el Ejecutivo, no han movido ni un dedo para presionar a Sánchez a la hora de modificar el sistema de tarificación eléctrica, sobre todo cuando ocupan el Ministerio de Consumo, que tiene mucho poder si quien ocupa el cargo tuviera carácter y altura política para hacerlo.

Ahora han amenazado con sacar a la gente a la calle contra las eléctricas, no contra Sánchez. Han intentado presionar y parece que se dan por satisfechos porque se haya insinuado desde la parte socialista del gabinete de Sánchez que se puede empezar a estudiar la creación de una especie de empresa pública que controle la producción energética. Esto es una solución que, además de que se alargara en el tiempo, no afecta en ningún modo a las compañías eléctricas que, como ocurre con Iberdrola, están siendo denunciadas por, por ejemplo, vaciar pantanos para producir energía.

Podemos está demostrando que quiere estar en el poder a costa de lo que sea y tragando lo que haga falta. A Sánchez ni le tocan y le permiten seguir la ruta que le marcan los compromisos contraídos con las élites, tal vez, en la reunión secreta que reveló en exclusiva este medio. ¿Hasta cuándo aguantarán sin presionar de verdad, amenazando, si llegara el caso a abandonar el Ejecutivo?  ¿O es que la casta va por barrios dependiendo de si están o no en el Consejo de Ministros? Tal vez haya llegado el momento de que Podemos demuestra a la ciudadanía que el espíritu del 15M sigue en sus venas y no lo dejaron tirado en los jardines del Palacio de la Moncloa o en la Bodeguilla.  

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