Nadie dice la verdad sobre lo que está pasando en la central nuclear de Zaporiyia

30 de Agosto de 2022
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Central nuclear Zaporiyia

El mundo desconoce lo que está pasando estos días en la central nuclear de Zaporiyia. Los bombardeos cruzados entre Rusia y Ucrania ponen en peligro las instalaciones atómicas, pero a esta hora nadie sabe a ciencia cierta si se ha producido algún tipo de daño en la mayor central de Europa. Moscú y Kiev se lanzan mutuas acusaciones y cada bando juega a su estrategia, a su propaganda y a la desinformación. Si un mortero ha caído cerca del reactor, el culpable es el enemigo. Si un misil sobrevuela la planta de forma amenazante, la responsabilidad es del otro. Zaporiyia puede saltar por los aires en cualquier momento, pero ni Rusia ni Ucrania se hacen cargo de la responsabilidad en medio de unos combates cada vez más encarnizados. Todo ello teniendo en cuenta que cualquier fuga o escape radiactivo podría convertirse en el peor accidente nuclear de la historia superando varias veces al que se registró en Chernóbil en 1986. ¿Alguien le está contando al mundo la verdad de lo que allí ocurre? A esta hora la respuesta tiene que ser necesariamente negativa, se desconoce lo que realmente está pasando en Zaporiyia.

Los expertos aseguran que las paredes del reactor, de diez metros de grosor, están preparadas para la caída de un misil incluso para el impacto de un avión comercial. Pero el riesgo es demasiado elevado y cualquiera con un mínimo de sentido común sabe que un ataque contra esta instalación podría provocar efectos desastrosos para toda Europa.

Según la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica), hubo bombardeos en el área de Zaporiyia el jueves, viernes y sábado, pero Ucrania aún no tiene información completa sobre la naturaleza del daño, dijo el director general Rafael Grossi. El bombardeo había alcanzado el área de los dos llamados edificios especiales de la planta, ambos ubicados a unos 100 metros de las estructuras del reactor, así como un área de paso elevado. Esas construcciones albergan instalaciones que incluyen plantas de tratamiento de agua, talleres de reparación de equipos o instalaciones de gestión de residuos. También hubo daños en algunas tuberías de agua en el sitio, pero ya habían sido reparadas.

Todas las mediciones de radiactividad en el sitio de Zaporiyia estuvieron dentro del rango normal, según las fuentes de los organismos internacionales, y no hubo indicios de fugas de hidrógeno, dijo el director general Grossi, citando al Gobierno de Ucrania. Esa es la información oficial que se está trasladando a la opinión pública mundial y que es recogida por todos los medios de comunicación del planeta, sin embargo, la única verdad es que la falta de transparencia lo invade todo y que las noticias que nos llegan de esa zona en conflicto están mediatizadas por los países contendientes, debidamente censuradas, recortadas o pasadas por filtro del Estado Mayor de ambos ejércitos, de tal manera que ninguna fuente es fiable ni digna de crédito. Lo más probable es que todos mientan y nadie diga la verdad.

Ucrania ha informado a la OIEA sobre nuevos bombardeos en los últimos días, pero dijo que todos los sistemas de seguridad permanecieron operativos y que no hubo aumento en los niveles de radiación. La central ha continuado teniendo acceso a la electricidad fuera del sitio después de que la planta perdiera temporalmente la conexión a su última línea de energía externa operativa de 750 kilovoltios restante el jueves. Además, las dos unidades del reactor que fueron desconectadas de la red eléctrica durante los cortes de energía están operando nuevamente después de haber sido reconectadas, según un comunicado de la Agencia Internacional para la Energía Atómica. Hasta ahí la información oficial, hasta ahí lo que sabemos, hasta ahí los datos de los que nadie en su sano juicio se puede fiar.

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