El racismo no solo anida en el estadio del Valencia, tal como se pudo comprobar el pasado domingo. Prolifera en todos los campos de España. Sí, también en el Santiago Bernabéu. Y no es cosa de ahora, el problema viene de lejos, tanto como 1992, cuando se produjo uno de los episodios más lamentables de la historia del fútbol español: el caso del portero Wilfred Agbonavbare, Willy, guardamenta nigeriano del Rayo Vallecano. En un partido contra el Real Madrid, Willy salvó a su equipo de la goleada. Y a cambio tuvo que recibir todo tipo de insultos y cánticos racistas como “negro, cabrón, recoge el algodón”.
El programa de radio La vida moderna, de la Cadena Ser, ha recuperado los vídeos de la época. En ellos, algún aficionado madridista comentaba que la culpa del resultado había sido “del maldito negro de los cojones y del hijo de puta de Andújar Oliver”, entre vítores de otros hooligans, algunos de ellos niños. También se escucharon gritos de “Ku Klux Klan” y otro joven propuso acercarse el siguiente fin de semana a Vallecas para “machacarle” (en referencia al jugador del Rayo). “Es normal, soy moreno y he parado como hoy, y esperaba que la gente me chillase. No pasa nada”, se defendió con resignación el portero en declaraciones a la prensa.
Medidas contra los ultras
Algunos de los más penosos incidentes han sido protagonizados por los grupos radicales del Real Madrid. Los Ultras Sur se hicieron tristemente célebres en los años ochenta y noventa. Durante la primera presidencia de Florentino Pérez (2000-2006), el grupo tuvo que ser confinado en una zona de la grada, y todos tenían que pasar el control de la puerta 28. Además, el club dejó de sufragar los gastos derivados de los traslados nacionales e internacionales de estos aficionados. El número de incidentes protagonizados se redujo considerablemente.
Más tarde, el grupo se mostró afín a Ramón Calderón, presidente del club entre 2006 y principios de 2009. En la temporada 2013-2014, ya con Florentino de nuevo en la presidencia, hubo un cambio de líder dentro del grupo y a raíz de ello se generaron problemas que acabaron en enfrentamientos internos, por lo que la directiva madridista decidió expulsar a sus miembros. Mes y medio después de ser desterrados del estadio Santiago Bernabéu, se les volvió a permitir nuevamente la entrada al campo. Finalmente, en el verano antes de empezar la temporada 2014-2015, se tomó la decisión de prohibir la entrada de los Ultras Sur, llegándose al extremo, incluso, de prohibir la introducción de material del grupo en el estadio. Desde entonces, la peña ultra mantiene una guerra abierta con Florentino Pérez.
Las duras medidas contra los radicales del Real Madrid han saneado el ambiente en el Bernabéu en los últimos años. No obstante, el problema continúa, ya que, aunque se ha tratado de desmantelar la organización, es decir, el racismo estructurado en un grupo social, de cuando en cuando se siguen escuchando insultos contra jugadores y árbitros, algunos de los cuales podrían ser considerados delitos de odio.
Según recoge el diario Sport, que cita fuentes de ESPN, el jugador barcelonista Ousmane Dembélé habría “recibido insultos racistas por parte de la grada del Santiago Bernabéu durante el clásico de Copa que se vivió en 2019 y que acabó con victoria blaugrana por cero goles a tres, consiguiendo el boleto para la sexta final copera seguida que tendrá lugar en el Benito Villamarín. La misma fuente apunta que algunos aficionados imitaron los sonidos de un simio cada vez que Dembélé entró en contacto con el balón”. De ser así, se debería haber actuado de la misma forma contundente como se ha hecho en la actualidad con los aficionados valencianistas sancionados por comportamiento xenófobo y racista.
Por desgracia, ni la Liga Profesional ni la Federación Española de Fútbol se han tomado el asunto en serio y el racismo ha seguido propalándose por todos los campos del país durante los últimos años. Camp Nou, Metropolitano, Sánchez Pizjuán, San Mamés, Atocha... ningún estadio ha quedado a salvo de esta lacra. Hasta que el polvorín ha terminado por reventar en un monumental escándalo nacional e internacional.
Apoyo a la víctima
Hoy, “el madridismo se volcará con Vinicius en el Santiago Bernabéu antes, durante y después del partido contra el Rayo. Habrá una pancarta contra el racismo y el club arropará al jugador públicamente. El momento culmen llegará en el minuto 20, el dorsal que luce Vini Junior, cuando todo el estadio estallará coreando su nombre y lanzando consignas contra la intolerancia. Así lo ha dispuesto el Real Madrid, que quiere convertir el partido contra el Rayo Vallecano en un acto de desagravio tras los insultos recibidos por Vinicius durante toda la temporada, insultos que tuvieron su punto álgido el pasado domingo, en el partido de Mestalla”, según publica hoy el diario As.
Los insultos racistas sufridos por el jugador brasileño han desatado una cadena de reacciones en el fútbol, con denuncias ante la Fiscalía y la petición de medidas urgentes para eliminar la mancha de xenofobia. Es el noveno caso de racismo sufrido por Vinícius esta temporada, según los informes recogidos por La Liga.
Florentino Pérez se reunió con su jugador a última hora de la mañana en la ciudad deportiva de Valdebebas, donde le mostró todo su apoyo tras los últimos incidentes. El presidente del Real Madrid encontró a Vinícius en su momento anímico más bajo desde su llegada al club y le trasladó todo el cariño para que se sienta acompañado en la lucha contra el racismo.