Puede resultar una pregunta innecesaria porque ya sabemos que puede y que lo hace a las mil maravillas. Hay que recalcar que lo ha hecho en comisión parlamentaria, no en un tribunal y ante un juez. ¿Qué habría respondido ante la pregunta "jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad"? Lo ignoro, pero a estas preguntas ha respondido por peteneras y recochineo.
La comparecencia de Rajoy se había abierto con una foto exhibida por el diputado socialista Felipe Sicilia; era una imagen de febrero de 2009, cuando estalló el caso Gürtel y mostraba a Rajoy presidente del PP, con toda la dirección del partido. Este día, Rajoy denunció: “Esto no es una trama del PP, es una trama contra el PP”, Sicilia le preguntó si mantenía hoy esta afirmación. El expresidente evitó repetir aquellas palabras, pero el fondo de sus afirmaciones no varió en lo sustancial.
“Yo no soy consciente”, “a mí no me consta”, “no sabía absolutamente nada”, “esto se lo tendrá que preguntar usted a quien lo haya dicho”, “¿qué quiere que le diga?”. Estas y similares fueron todas las respuestas que Rajoy dio a las preguntas que le formularon durante más de dos horas y media. Un Mariano Rajoy en estado puro se atrincheró sin ceder ni un centímetro ante la comisión Kitchen, que investiga la trama urdida bajo su Gobierno en el Ministerio del Interior para destruir las pruebas que el ex tesorero del PP Luis Bárcenas tenía contra el partido.
Puede verse por internet la totalidad de su intervención, yo les invito a ver un corto resumen y les aseguro que actuó siempre así durante toda su comparecencia.
Después de tres sentencias, y miles de páginas de sumarios judiciales después, Rajoy sigue sin reconocer nada y todavía presenta a su partido como víctima de acusaciones sin base alguna. Llegó a decir que le “pone los pelos de punta que se esté vulnerando el derecho a la presunción de inocencia, uno de los principios democráticos fundamentales”. Con esta obstinación contó con la ayuda de la portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra, que, junto a varios diputados del PP, le rieron sus graciosas respuestas.
Lo que más exasperó a la mayoría de los diputados fue que el expresidente negara la existencia de una caja “B” en su partido. Rajoy se acogió a una artimaña dialéctica: que el PP no había sido condenado por ello -no fue posible porque en el anterior Código Penal no existía el delito de financiación ilegal-, pero hay sentencias judiciales, una del Supremo y dos de la Audiencia Nacional, que acreditan su existencia. Aun así, continuó negando la condena de la caja “B”.
Otra sentencia que se considera probada, la de la Audiencia Nacional por las obras en la sede del PP pagadas con dinero negro, la exhibió el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Se acercó al expresidente para librarla en mano a Rajoy, este le replicó mostrándole y ofreciéndole su último libro.
De esta comparecencia la prensa mediática ha informado, como es de lógica. Ahora bien, se guardan y mucho de hacer una crítica como es debido habiendo estado el presidente en el estrado y mintiendo ante los representantes del pueblo.
Sobre el comisario Villarejo, ni habló nunca con él, ni se intercambió ningún mensaje, ni lo vio nunca en ningún lugar. Es más, dijo que ni siquiera recuerda cuando supo de su existencia. Rufián le leyó entonces la larga lista de cargos que ocupó en los Gobiernos de Aznar, entre ellos en el Ministerio de Interior, para dudar de que no que no supiera quién era Villarejo. Aquí fue que Rajoy empezó a decir: “Que aquí no se pregunta, se acusa”. El interrogatorio del portavoz de ERC subió de tono y acabó entre diálogos surrealistas.
La línea de defensa del ex presidente fue restar credibilidad a Villarejo y Bárcenas. Una estrategia inteligente, si no fuera porque hay más testigos, le dijo Jon Iñarritu, de EH Bildu. Y los citó: no solo varios cargos policiales, sino colaboradores del mismo Rajoy, como el ex ministro Fernández Díaz y el que fue su número dos, Francisco Martínez. El muro del expresidente, entre protestas, sarcasmos y frases vaporosas, permaneció inalterable. De Fernández Díaz y Martínez se limitó a decir que eran personas magníficas de las cuales tiene la más alta consideración.
Ya al final, Josune Gorospe, del PNV, le preguntó si la ciudadanía creerá que un presidente de Gobierno y líder del PP desconoce todo lo que asegura desconocer. Rajoy se encogió de hombros por penúltima vez y respondió: pues algunos lo creerán y otros no.
¿Qué piensan ustedes, queridos lectores? Rajoy fue el presidente español que inició el problema Cataluña/España acudiendo al Constitucional y atacando el Estatuto catalán. ¿Lo recuerdan? ¿Podemos darle algún tipo de credibilidad a toda su trayectoria?