La Fiscalía suiza sigue tirando del hilo de las cuentas del rey emérito. Según cuenta hoy El Confidencial, durante la investigación del patrimonio real impulsada por el fiscal Yves Bertossa se ha descubierto una cuenta en Andorra a la que el monarca supuestamente estaría vinculado. El hallazgo es importante, ya que podría anular las dos regularizaciones fiscales anteriores llevadas a cabo por Juan Carlos I.
Cabe recordar que al proceso de regularización puede acogerse cualquier contribuyente siempre y cuando no concurran ninguna de las tres situaciones siguientes: que no exista una notificación de la Fiscalía que haya abierto diligencias de investigación, que no esté en curso ninguna inspección por parte de la Agencia Tributaria, y que no haya ninguna denuncia por parte de la Fiscalía. En todo caso, la puesta al día con Hacienda debe ser “completa y veraz” para que pueda darse por válida, es decir, el contribuyente tiene que demostrar que tiene la intención de reparar el daño que ha ocasionado al erario público.
El pasado mes de diciembre Juan Carlos ya regularizó ante Hacienda 678.393 euros no declarados, mientras que en el mes de febrero rellenó otra complementaria por importe de más de 4,3 millones, incluyendo intereses de demora y recargos “sin requerimiento previo”. Si ahora aparecen nuevas cuentas ocultas en Andorra es más que probable que las dos primeras regularizaciones no se hicieran atendiendo a los requisitos de veracidad y completitud exigidos por la Ley Tributaria. Es decir, sigue habiendo patrimonio no declarado del emérito que no ha aflorado y que podría anular todos los intentos que el monarca ha llevado a cabo hasta la fecha para ponerse al día con el fisco.
A este respecto, José María Mollinero, secretario general de Gestha, el sindicato de técnicos de Hacienda, asegura que el origen del pago realizado por el rey emérito es la “piedra fundamental para saber si le libera del fraude que ahora regulariza” e insiste en que la declaración complementaria debe ser “veraz y completa”. De no concurrir esos dos supuestos, la regularización no habría servido para nada. Cabe recordar además que las investigaciones de la Fiscalía del Tribunal Supremo sobre la presunta fortuna oculta del rey emérito lo vinculan con cuentas en la isla Jersey. Los fondos descubiertos en el paraíso fiscal de bandera británica, que ya aparecieron en una investigación del juez Baltasar Garzón, están vinculados al empresario y diplomático Manuel Prado y Colón de Carvajal, conocido durante décadas como testaferro del monarca y que fue condenado por apropiación de fondos.
Las dos últimas regularizaciones realizadas por el rey emérito tuvieron que ver con los pagos para gastos personales (viajes, estancias hoteleras, etc.) abonados por la fundación Zagatka, propiedad de su pariente lejano Álvaro de Orleans. En la primera regularización, en cambio, se incluyeron intereses y recargos por el uso de tarjetas de crédito por parte de varios familiares del emérito para gastos propios. También se investigan los ingresos opacos que supuestamente recibió el rey emérito entre 2016 y 2018, ejercicios en los que ya no era inviolable tras su abdicación en 2014. Dos personas aparecen en el marco de esta investigación: el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause y el asesor de campo de don Juan Carlos, el coronel Nicolás Murga, que habrían actuado de pagador y de presunto testaferro en este caso, respectivamente.
Más asuntos turbios del rey emérito
La cuenta andorrana es un nuevo asunto turbio que afecta al patrimonio de Juan Carlos I. Según las informaciones de El Confidencial, el depósito estuvo abierto más de una década en el banco Andbank. Juan Carlos I controlaba esta cuenta, cerrada en 2016, supuestamente a través de una sociedad dirigida por testaferros, Stream S.A., que fue disuelta el pasado 4 de mayo.
La declaración complementaria de regularización debe ser “veraz y completa” para que tenga efectos jurídicos
Precisamente, en ese mismo mes de mayo la Agencia Tributaria notificó al abogado del rey emérito la apertura de una inspección fiscal para verificar las dos regularizaciones voluntarias que llevó a cabo don Juan Carlos desde que la Fiscalía del Tribunal Supremo abriese diligencias de investigación en junio de 2020.
El organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, que aporta peritos a las diligencias abiertas por el Ministerio Público, dio este paso para examinar si las aportaciones tributarias son correctas, es decir, veraces y completas. Por este motivo, pidió información al contribuyente relativa a la procedencia del dinero de estas entregas: casi 700.000 euros en la primera y unos 4,4 millones de euros en la segunda.
El abogado del emérito, Javier Sánchez-Junco, insiste en que las regularizaciones se realizaron sin requerimiento previo de Hacienda para darlas por formalmente realizadas en tiempo y forma. La defensa se apoya en las denominadas excusas absolutorias que contempla el artículo 305.4 del Código Penal, lo que le permitiría al ex jefe del Estado quedar exento de incurrir en delitos fiscales, informa el diario El Ideal. Sin embargo, la aparición de la cuenta en Andorra lo cambia todo.
Esta es la primera vez que Andorra aparece en las diligencias que instruye Yves Bertossa, fiscal del cantón de Ginebra, sobre el patrimonio oculto de don Juan Carlos. Hasta ahora, el grueso de sus pesquisas, que se iniciaron en septiembre de 2018, cuatro años después de su abdicación, se centraba en movimientos de fondos efectuados en Suiza. Una transferencia de 150.000 euros a la cuenta andorrana por parte de la Fundación Zagatka es la que ahora pone de nuevo en jaque al rey emérito, que tiene dos causas más abiertas en la Fiscalía del Supremo, donde se encuentra aforado: la investigación sobre el supuesto cobro de comisiones ilegales por las obras del AVE a la Meca en 2014 (todavía inviolable) y la relativa a las supuestas sociedades abiertas en paraísos fiscales.