Tamara Carrasco: de investigada por terrorismo y confinada un año en su pueblo a ser declarada hoy inocente. ¿Quién repara ahora el daño?

06 de Octubre de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Tamara carrasco

Esta es la historia de una injusticia. Una terrible y tremenda injusticia: la que ha supuesto el casi destrozo de la vida de una mujer joven, pacífica, y comprometida con sus ideas políticas.

Tamara Carrasco acaba de cumplir 37 años. Es una mujer joven, activa y muy comprometida con la problemática social de su entorno. Trabaja precisamente como administrativo en una entidad de acción social: la inserción social, laboral, y cultural de colectivos en riesgo de exclusión es su labor principal.

En cualquier actividad que tuviera que ver con la defensa de lo público, con la denuncia de los abusos hacia los más desfavorecidos, allí estaba ella. Miembro de la plataforma "Salvem el Hospital de Viladecans", como también de la asociación "Vecinos solidarios de Viladencans" ha sido siempre una joven conocida por su solidaridad y entrega. "Por su enorme corazón", subrayan quienes la conocen personalmente.

Nació en Martorell y actualmente vive en Viladecans. Quienes hemos seguido la aberración que se ha cometido contra esta mujer, sabemos dónde reside, porque precisamente no ha podido salir de allí durante un año. Fue el 10 de abril cuando la Guardia Civil se presentó en su domicilio con una acusación de delitos de sedición, rebelión y terrorismo. ¿En qué se basaban? En un mensaje de audio enviado en un grupo donde se planteaban acciones como una huelga general indefinida, como respuesta a la reacción que estaba produciéndose contra los líderes independentistas catalanes, y sobre todo, por la brutalidad policial contra la ciudadanía el 1 de octubre. Los Comités de Defensa de la República se constituyeron como organizaciones vecinales, horizontales, pacíficas que tenían por objetivo organizar actividades de protesta (siempre fundamentadas en la acción no violenta), y en campañas solidarias para todas aquellas personas que estaban siendo duramente represaliadas por defender la soberanía del pueblo catalán.

En un primer momento, fue trasladada a Madrid, donde estuvo en prisión preventiva hasta que el día 12 declaró ante el juez de la Audiencia Nacional. La Fiscalía solicitó entonces prisión incondicional "por delitos cometidos con finalidad de rebelión". Pero ya en aquel momento, el juez instructor, Diego de Egea y la propia Sala de lo Penal, consideraron que el criterio de la Fiscalía era excesivo, puesto que no existían pruebas "de la pertenencia a organización criminal" de Tamara, "y menos terrorista", afirmaron. El juez, en aquel momento, ya explicó que la pretensión de los CDR no era causar temor, "sino lograr un estado independiente", un fin político que de momento no es ilegal.

En el domicilio de Tamara la Guardia Civil cogió todo lo que consideró "peligroso". Papeles, carteles, y material en definitiva de las actividades que los independentistas venían realizando de manera pública. Para el juez, no eran documentos que supusieran nintún tipo de amenaza, ni ningún tipo de proyecto de ataque.

En aquel momento el juez rebajó las acusaciones a un posible delito de desórdenes públicos. Pero estableció medidas cautelares: no pudo salir de su pueblo hasta el 30 de mayo de 2019. Lo que ella misma definió como "una cárcel sin barrotes".

En febrero de este 2020, el caso fue transferido desde Madrid a Cataluña, donde el juzgado número 25 de Barcelona ha absuelto hoy del delito de incitación de desórdenes públicos. La Juez ha concluido que el mensaje de Tamara enviado a sus compañeros tenía carácter "informativo" y que ningún caso incitó a nadie a cometer delito alguno. Además, la juez ha afirmado que las acciones llevadas a cabo por los CDR fueron legales, criticando la actuación de la fiscalía y manifestando la falta de seriedad de la actuación policial, puesto que no se presentó prueba alguna de los graves delitos de los que se le acusaba. Y es que, la Guardia Civil no ha podido acreditar cómo obtuvo el audio, algo que la magistrada ha considerado "poco serio". Un audio que el propio 10 de abril, el día de su detención, ya fue publicado en un medio de comunicación.

Hoy, que Tamara ha conocido la declaración de inocencia por parte de la justicia, los sentimientos son encontrados: la alegría y la rabia ante una injusticia absoluta. El sufrimiento ocasionado a una mujer durante dos años ¿quién lo repara?

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