La extrema derecha cala en los sectores más jóvenes de la sociedad. Según el estudio El extremismo de derecha entre la juventud española: situación actual y perspectivas, del Injuve, una parte de la población juvenil no está preparada, ni psicológica ni culturalmente, para resistirse a los discursos fascistas y es permeable, vulnerable y propensa a terminar cayendo en movimientos políticos de extrema derecha. Mala situación económica, fracaso escolar, desafección hacia la democracia, sensación de desarraigo, incultura, droga y problemas familiares son factores que pueden conducir a muchos jóvenes a buscar una salida en movimientos de corte fascista que les prometen una gran patria, reconocimiento personal, odio al otro y recuperación del orgullo perdido. Los cantos de sirena del nuevo fascismo llegan más fluidamente a chicos y chicas cuyas mentalidades están todavía en proceso de formación.
Según el estudio, hoy en día diferentes factores contextuales facilitan la difusión del discurso del odio y las ideas de extrema derecha entre las personas jóvenes españolas. Por un lado, el propio auge de los movimientos y partidos de extrema derecha en toda Europa, que apuntan directamente sus altovoces sobre la población más joven y manipulable. Por otro lado, el entorno general de desinformación en los medios de comunicación tradicionales y sociales está ayudando a estos movimientos a transmitir su mensaje, contribuyendo a la difusión de noticias falsas basadas en el discurso del odio. La reciente llegada de la extrema derecha a las instituciones españolas demuestra la influencia de esa tendencia y el fin de la excepcionalidad de nuestro país: después de casi 40 años de ausencia, la extrema derecha española, con su discurso ultranacionalista, antimigratorio, contrario a las minorías y antifeminista, ha vuelto a las instituciones.
Además, "las consecuencias sociales y económicas de la pandemia covid-19 han aumentado la incertidumbre sobre el futuro de las personas jóvenes, que ya tenían dificultades para acceder al mercado de trabajo y ahora ven cómo se desvanece cada vez más la posibilidad de obtener unos ingresos suficientes y estables". Aunque todavía está por ver el impacto real de esta crisis, parece que las consecuencias para una generación joven atrapada entre dos recesiones pueden ser muy graves. En este contexto, la principal conclusión de este informe es que las personas jóvenes españolas no parecen estar suficientemente preparadas para resistirse a esos discursos radicales. El desconocimiento general de los fundamentos ideológicos e históricos de la extrema derecha en el país, "combinado con la falta de pensamiento crítico, de alfabetización digital y de una educación coherente en materia de derechos humanos dentro del programa de estudios, abre el camino al extremismo de derecha. Por supuesto, el olvido y la desmemoria histórica contribuyen a la confusión del joven, que apenas sabe nada de su historia reciente".
"Asimismo, la insatisfacción con las instituciones y la decepción con la clase política también contribuyen a crear un caldo de cultivo favorable a la radicalización de la derecha. De hecho, como muestran las diferentes fuentes de información utilizadas en este informe, la extrema derecha española está tratando activamente de llegar a las personas jóvenes, y lo están logrando, ya que esta ideología les resulta cada vez más atractiva, en particular a los hombres", añade el estudio.
Tomando esta evaluación general como punto de partida, uno de los objetivos de este informe es identificar posibles focos de intolerancia, ya sea en subculturas específicas o en áreas geográficas o socioeconómicas determinadas, que pueden ser más propensas a la radicalización. Para ello, es necesario examinar cuáles son los factores que explican la radicalización. Según la bibliografía académica examinada en el presente estudio, cinco factores son particularmente pertinentes: la educación y la socialización, la pertenencia a determinadas subculturas, los factores socioeconómicos, el entorno de los medios de difusión y los medios sociales e Internet. Se preguntó a los entrevistados acerca de la importancia de estos en el contexto de España y, en su inmensa mayoría, señalaron la exposición a los discursos de odio, en particular a través de los medios de comunicación social; también señalaron como muy pertinentes los factores de socialización y socioeconómicos.
En consecuencia, como no está claro el peso de estos diferentes factores –en particular, no hay pruebas suficientes para afirmar que determinadas zonas socioeconómicas puedan ser más vulnerables a la radicalización de la derecha–, considerar el voto joven a los partidos de extrema derecha puede ser una buena manera de identificar estos focos de tensión. Por otra parte, otro objetivo de este estudio fue encontrar buenas prácticas y recomendar medidas políticas.
En primer lugar, para trazar adecuadamente las estrategias de prevención de la radicalización de la derecha, parece fundamental atender tanto a los factores socioeconómicos, como el desempleo y los ingresos de las personas jóvenes, como a los factores más culturales o basados en la identidad, como el discurso de intolerancia que comparten los medios de comunicación tradicionales y sociales. Según las diferentes fuentes analizadas en el presente informe, parece que, junto con sus condiciones materiales, la percepción que tienen las personas jóvenes de cuestiones como la migración, que está muy influida por las narraciones de los medios de comunicación tradicionales y sociales, tiene un impacto relevante en la radicalización. Así pues, tanto la labor de mejorar las condiciones materiales de las personas jóvenes, que es especialmente importante en períodos de crisis económica, como la promoción de un entorno saludable en los medios de comunicación son de suma importancia para prevenir la radicalización de la derecha.
En segundo lugar, la promoción de prácticas comunitarias y actividades de contacto entre grupos también parece ser una buena manera de hacer frente a los prejuicios que están en la base de las actitudes intolerantes. "En consonancia con la teoría del contacto, la mayoría de los entrevistados coinciden en la importancia de generar espacios interculturales, como proyectos a nivel de la comunidad en los que participen diferentes comunidades y actores, como escuelas y entidades, así como actividades de ocio sano para las personas jóvenes, en las que participen personas de diferentes orígenes".
Y, en tercer lugar, "el fomento de la educación en materia de derechos humanos, el pensamiento crítico y la alfabetización digital es absolutamente fundamental en el contexto actual. Los programas de educación en materia de derechos humanos deben introducirse en todos los niveles de la educación, y su contenido debe incluir los fundamentos de la democracia y el Estado de derecho, la memoria histórica y las prácticas de educación intercultural, en particular el conocimiento del significado y la importancia de los prejuicios en las relaciones interculturales". Igualmente importante es que la educación en materia de derechos humanos se complemente con la mejora de la alfabetización digital y el pensamientocrítico. La mejor manera de proteger a las personas jóvenes de los discursos intolerantes y la desinformación es proporcionarles las herramientas para comprender la comunicación digital y pensar de manera crítica.