JoséLuis Rodríguez Zapatero ha criticado el papel de la justicia española frente a las resoluciones judiciales europeas sobre las euroórdenes contra Carles Puigdemont en una visita a Cataluña: "Es muy probable y muy razonable que se tenga que hacer un análisis de por qué está pasando esto, que creo que corresponde fundamentalmente a los órganos jurisdiccionales". El ex presidente del Gobierno hacía esta valoración durante la presentación en el Ateneu Barcelonès del libro No voy a traicionar a Borges, un ensayo sobre su autor preferido, Jorge Luis Borges. La presidenta del Ateneo, Isona Passola, le ha agradecido la visita y le ha trasladado el deseo de que Puigdemont pueda volver del exilio
Progresista
José Luis Rodríguez Zapatero pasará a la historia por ser el más progresista de todos los expresidentes que ha tenido España. Sus intentos por legitimar y democratizar el régimen de Nicolas Maduro en Venezuela están ahí, aunque no hayan dado buenos frutos. Lo mismo que pasó con con su defensa del Estatuto de Cataluña en el año 2006 que pretendían un encaje de la autonomía dentro del Estado y que también acabó mal por culpa del Tribunal Constitucional que a instancias del Partido Popular lo tiró para atrás.
Una deuda
Zapatero se preguntó delante de la audiencia del Ateneu Barcelonès si la aplicación del Estatuto podría "haber contribuido a un escenario de estabilidad" en Cataluña y continuó señalando el papel de los tribunales: "Fue el Tribunal Constitucional, pero claro, yo era el presidente del gobierno. Siento una especie de deuda". El entonces presidente del Gobierno recordó el contexto de aquel momento en el que la gestión de la crisis acabaría con su mandato. Pero Zapatero se mostró optimista respecto a la Mesa de diálogo y a la resolución del conflicto entre Cataluña y el Estado: "No puede ser que nos resignemos a un triste destino de confrontación infinita”.
Aprobar con nota
Dónde sí que Zapatero experimentó el éxito sin paliativos fue en las negociaciones para lograr la disolución de la banda terrorista ETA. Para el expresidente español el país "aprobó con nota" aquella asignatura. "La lucha armada fue y es un auténtico fracaso, pero nuestra democracia superó la asignatura con una nota muy aceptable". Para Zapatero cabe resaltar que diez años después del fin de ETA no ha habido ningún asesinato un hecho que "no es habitual por parte de las organizaciones que practican la violencia”.