Josep Borrell se está convirtiendo en otro ejemplo de «político oxímoron» porque el cargo que representa, máximo responsable de la diplomacia de la Unión Europea, no se corresponde con sus actos. El que fuera ministro de Exteriores de Pedro Sánchez aprovecha cualquier ocasión para aumentar el flujo de armamento a Ucrania y ahora lo ha vuelto a hacer.
Hoy se celebra una cumbre de ministros de Exteriores de la UE. En esa reunión Borrell aprovechará para para presentar un plan por el que se utilizará el mecanismo de paz europeo existente de 3.600 millones de euros para que la Unión Europea compre municiones de forma conjunta para enviar las a Ucrania. El planteamiento, realizado en primer lugar por el primer ministro de Estonia, Kaja Kallas, se basa en utilizar el mismo mecanismo que la compra de vacunas contra el Covid-19.
«Hay que hacer mucho más y mucho más rápido. Aún queda mucho por hacer. Tenemos que aumentar y acelerar nuestro apoyo militar. Actualmente, el ejército europeo tarda casi 10 meses en comprar una bala del calibre 155 mm, casi un año y casi tres años en comprar un misil aire-aire. Esto no está de acuerdo con la situación de guerra en la que vivimos», afirmó Borrell.
Es paradójico que el máximo responsable de la diplomacia europea sea el más acérrimo defensor de terminar la guerra en Ucrania con soluciones bélicas. ¿Qué interés tiene Josep Borrell en esto? Tanto la Comisión Europea como el Europarlamento están obligados a investigar si el exministro de Exteriores español ha mantenido reuniones con los lobbies de la industria armamentística, reuniones que, de haberse producido, Borrell está obligado a publicarlas.
Existe una política más reaccionaria que la pregonada y llevada por el agente-USA, Borrell.
Llamar “democracia”, el régimen de Kiev gestionado por gente corrupta, que prohibió el uso da lengua rusa nos territorios que hablan ruso. Que erigió en «heroe nacional» Stepan Bandera: un criminal de guerra que colaboó con os nazis, participando en la «Cruzada Judeo-Bolchevique», masacrando hasta 100 000 polacos, judíos, e soviéticos. Estatuas fueron erigidas por el clan de Kiev, tal como a Roman Shukhevych, otro ucraniano criminal de guerra nazi, mientras monumentos a la liberación de la República Soviética da Ucrania e estatuas de Lenin fueron destruídas. Silencia-se a proibición de sindicatos de izquierda y de partidos, comenzando por el Partido Comunista, con militantes presos e torturados por la policía política de Kiev.
Tanto Borrell, agente USA; como la UE, protectorado norteamericano en Europa, están a cumplir los dictados de sus amos, los EEUU; defendiendo así los intereses de los negocios de la familia Biden en Ucrania.
Bien cierto es que sin las ruedas un coche no desplaza, pero todos sabemos que las ruedas no son el coche. Sin elecciones no hay democracia, pero las elecciones en si mismas no son la democracia; identificar lo electoral con lo democrático es lo mismo que decir que las ruedas son el coche. En Europa existen elecciones, pero no democracia.