Caos absoluto en la inauguración del Hospital de pandemias de Ayuso. A pesar de que los periodistas acreditados estaban obligados a recoger su credencial desde las 9 de la mañana, lo cierto es que no se les ha permitido el paso a la parte inaugurada de las nuevas instalaciones hasta poco antes de las 13.00 horas -el resto permanecen aún en obras- hasta que ya Ayuso y su equipo han realizado su visita, con las cámaras y fotógrafos que han considerado oportunos.
Mientras, más de 500 personas, entre las que se encontraban líderes de la oposición como Isa Serra, de Podemos, y Pablo Perpinya, de Más Madrid, han participado en las protestas organizadas por los sanitarios contra la construcción e inauguración por partes de este hospital.
La Comunidad de Madrid ha invertido ya más de 100 millones de euros en este hospital de pandemia, que tiene un futuro inmediato poco concreto. De hecho, se inaugura sin pacientes y con sólo un centenar de sanitarios, ya que la Consejería ha encontrado una masiva oposición de los profesionales de otros hospitales a trasladarse a lo que denominan "el capricho de Ayuso".
Isabel Díaz Ayuso inaugura así, con la presencia de Pablo Casado, esta mañana el Hospital Enfermera Isabel Zendal. Un centro cuya construcción comenzó el 7 de julio y aún no ha finalizado, definido primero como hospital de pandemias y luego como hospital de emergencias.
Desde CCOO Sanidad denuncian que el Gobierno madrileño les ha convocado a una reunión para informarles sobre la situación tras la inauguración. "Todo indica que no va a entrar en funcionamiento. Es muy simbólico que se convoque una reunión posterior a la inauguración", señalan.
En esa reunión pedirán que se "de marcha atrás y se contrate a personal específico para la puesta en marcha" del centro "sin detraer trabajadores de la red hospitalaria del SERMAS".
Desde el sindicato tachan de "surrealista" la situación y apuntan que "no es de recibo que a 24 horas de que se abra el hospital" siga en marcha un proceso de selección de personal. Además, recuerdan que los sindicatos defienden que se contrate "gente nueva, que no se quitaran efectivos del resto de hospitales" para dotar de personal al Isabel Zendal, especialmente cuando los centros "ya tienen sus plantillas muy deterioradas por las bajas por el COVID", que cifran en unas 1.500 en la Comunidad de Madrid.
El resto de sindicatos sanitarios, como SATSE, ya han mostrado su oposición en colaborar para que sus afiliados se trasladen a este centro.