En el, a priori, tranquilo paisaje de la política gallega, donde las olas del Atlántico parecen llevarse cualquier rumor de escándalo, se alza una tormenta que amenaza con desvelar los secretos más oscuros del poder. Bajo el manto del Partido Popular de Galicia, una red clientelar tejida con hilos de corrupción ha mantenido su reinado en la Diputación de Orense durante años, dejando un reguero de acusaciones y desconfianza.
Las revelaciones de conversaciones telefónicas, traídas a la luz por el diario Público, destapan un entramado de prácticas corruptas que convirtieron a la Diputación en un feudo donde los favores se intercambiaban por lujosos regalos y sumas millonarias. Los Baltar, una dinastía política con Alberto Núñez Feijóo como su fiel aliado, se encuentran en el epicentro de este escándalo, arrojando una sombra sobre el liderazgo del Partido Popular gallego.
Las grabaciones revelan presuntos pactos donde el acceso a plazas de funcionario se negociaba a cambio de Rolls-Royce o incluso sumas que alcanzaban los 50.000 euros. Detrás de estas transacciones, se escondía un oscuro acuerdo entre empresarios locales y altos cargos del partido, quienes supuestamente recibían estos obsequios y fondos para financiar las arcas del PP de Galicia a cambio de influencia en la diputación.
No es la primera vez que los Baltar se ven envueltos en la polémica. Años atrás, Feijóo, en su papel de líder del PP gallego, había rodeado a esta familia con un escudo protector, ignorando los señalamientos que les perseguían. Incluso, la designación de José Manuel Baltar como senador bajo el mandato de Feijóo, a pesar de las acusaciones que recaían sobre él, evidencia la complicidad entre el poder político y los Baltar.
La pregunta que ahora resuena en los pasillos de la política gallega es clara: ¿Era Feijóo consciente de las prácticas corruptas que florecían en la diputación bajo el manto de su partido? ¿Permaneció ciego ante los tejemanejes de sus compañeros políticos? Las llamadas telefónicas, datadas en 2008, colocan al líder del PP gallego en una posición comprometida, cuestionando su conocimiento y su voluntad de tomar medidas para limpiar la corrupción en su partido.
En este escenario de incertidumbre, la sombra de la corrupción se cierne sobre Feijóo y los Baltar, mientras la ciudadanía gallega, en especial los ourensanos, espera respuestas y acciones que demuestren un verdadero compromiso con la regeneración política y la transparencia en Galicia.
