El arte como puente cultural: la Colección Oskar Reinhart llega a Londres

Un viaje único a través del impresionismo y el postimpresionismo que conecta generaciones y culturas

01 de Febrero de 2025
Actualizado a las 9:24h
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Goya al impresionismo. Obras maestras de la colección Oskar Reinhart

La Courtauld Gallery de Londres se prepara para una exposición única que será un auténtico festín visual para los amantes del arte. Desde el 14 de febrero hasta el 26 de mayo de 2025, los amantes del arte tendrán la oportunidad de disfrutar de una selección de las obras más destacadas de la Colección Oskar Reinhart "Am Römerholz". Esta será la primera vez que una parte de esta impresionante colección suiza, que ha estado confinada en Winterthur durante décadas, sea exhibida fuera de Suiza. Un evento que no solo resalta la grandeza del arte europeo, sino que también muestra el poder del arte como vehículo de intercambio cultural y entendimiento entre países.

Francisco de Goya, Naturaleza muerta con tres filetes de salmón, 1808-1812. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur.
Francisco de Goya, Naturaleza muerta con tres filetes de salmón, 1808-1812. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur.

Oskar Reinhart y su legado artístico

Oskar Reinhart (1885-1965), un coleccionista suizo de gran visión, dedicó su vida a reunir obras que no solo reflejaran los grandes logros de los antiguos maestros, sino que también celebraran la ruptura artística de los impresionistas y postimpresionistas. Su colección abarca más de 200 obras, que incluyen a artistas fundamentales como Goya, Monet, Cézanne, Van Gogh y Picasso. Cada una de estas piezas transmite un momento clave de la evolución artística europea, desde las meticulosas pinturas de los antiguos maestros hasta las rupturas innovadoras de los movimientos de finales del siglo XIX y principios del XX.

IZQUIERDA: Henri de Toulouse-Lautrec, El payaso Cha-U Kao, 1895. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “AmRömerholz”, Winterthur; DERECHA: Renoir, Pierre-Auguste, El sombrerero, 1875, óleo sobre lienzo. Imagen: Confederación Suiza, representada por la Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur
IZQUIERDA: Henri de Toulouse-Lautrec, El payaso Cha-U Kao, 1895. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “AmRömerholz”, Winterthur; DERECHA: Renoir, Pierre-Auguste, El sombrerero, 1875, óleo sobre lienzo. Imagen: Confederación Suiza, representada por la Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur

En su villa "Am Römerholz" en Winterthur, Reinhart creó un refugio para estas obras, que hoy son consideradas uno de los tesoros artísticos más importantes de Suiza. La colección, que fue legada a la Confederación Suiza, no solo tiene un valor histórico incalculable, sino que también refleja la visión de un hombre que entendió el arte como un lenguaje universal que trasciende fronteras y conecta a las generaciones.

La exposición: una mirada única a los orígenes del impresionismo

La exposición en la Courtauld Gallery comienza con una revisión de los precursores del impresionismo. Obras como Naturaleza muerta con tres filetes de salmón de Goya y Un hombre que sufre delirios de rango militar de Géricault abren la puerta a una profunda reflexión sobre los cambios en la representación visual y emocional del ser humano. Estos maestros no solo captaron el mundo con una precisión casi científica, sino que también abrieron el camino a las audaces rupturas de los impresionistas.

IZQUIERDA: Edouard Manet, En el café, 1878. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur; DERECHA: Paul Cézanne, Naturaleza muerta con jarra de loza y fruta, c. 1900. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur
IZQUIERDA: Edouard Manet, En el café, 1878. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur; DERECHA: Paul Cézanne, Naturaleza muerta con jarra de loza y fruta, c. 1900. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur

A medida que la exposición avanza, el visitante se adentra en el vibrante mundo del impresionismo y el postimpresionismo. Es en este espacio donde destacan algunos de los trabajos más emblemáticos de los artistas que definieron estos movimientos. La exposición incluye la obra de Toulouse-Lautrec El payaso Cha-U-Kao, que muestra la interacción entre el arte y el espectáculo, y el revolucionario En el café de Manet, que es un retrato de la vida urbana moderna de la época. Ambas piezas no solo desafían las convenciones del arte académico, sino que también muestran la vitalidad y las tensiones sociales de su tiempo.

IZQUIERDA:Pintura de un patio de hospital, con una pasarela arqueada, árboles y una fuente. Vincent van Gogh, El patio del hospital de Arlés, 1889. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur; DERECHA: Vincent van Gogh, Una sala en el hospital de Arlés, 1889. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur
IZQUIERDA: Pintura de un patio de hospital, con una pasarela arqueada, árboles y una fuente. Vincent van Gogh, El patio del hospital de Arlés, 1889. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur; DERECHA: Vincent van Gogh, Una sala en el hospital de Arlés, 1889. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur

Un punto culminante indiscutible de la muestra son las obras de Van Gogh. Una sala del hospital de Arlés y El patio del hospital de Arlés, dos de sus pinturas más emotivas, reflejan su lucha interna y su visión emocionalmente cargada del mundo. Estas piezas no solo muestran su maestría en el uso del color y la textura, sino que también proporcionan una visión conmovedora de su tormentosa vida personal.

La conexión de Reinhart con la Courtauld Gallery

La relación entre Oskar Reinhart y Samuel Courtauld, dos gigantes del coleccionismo de arte, se convierte en un eje fundamental para comprender la importancia de esta exposición. Ambos compartían un gusto similar por los artistas impresionistas y postimpresionistas, y se conocieron en 1932, el mismo año en que se fundó la Courtauld Gallery. Esta conexión no es meramente anecdótica, sino que enriquece la experiencia del visitante, pues permite ver cómo las colecciones de ambos coleccionistas se entrelazan y dialogan a lo largo de la exposición.

La colaboración entre la Colección Oskar Reinhart y la Courtauld Gallery no es solo un cruce de colecciones, sino un punto de encuentro entre dos tradiciones culturales: la suiza y la británica. Esta muestra invita a los espectadores a explorar las complejidades del arte europeo, desde sus orígenes hasta sus transformaciones más radicales, todo ello en un solo lugar y bajo una misma mirada.

IZQUIERDA:Pintura de un patio de hospital, con una pasarela arqueada, árboles y una fuente. Vincent van Gogh, El patio del hospital de Arlés, 1889. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur; DERECHA: Vincent van Gogh, Una sala en el hospital de Arlés, 1889. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur
IZQUIERDA: Pintura de un patio de hospital, con una pasarela arqueada, árboles y una fuente. Vincent van Gogh, El patio del hospital de Arlés, 1889. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur; DERECHA: Vincent van Gogh, Una sala en el hospital de Arlés, 1889. Imagen: Confederación Suiza, Oficina Federal de Cultura, Colección Oskar Reinhart “Am Römerholz”, Winterthur

Un legado de diálogo cultural

La exposición en la Courtauld Gallery no es solo una oportunidad para admirar grandes obras de arte, sino también un momento para reflexionar sobre el poder del arte como medio de comunicación que supera las barreras lingüísticas, políticas y geográficas. La obra de artistas como Goya, Van Gogh y Manet, que vivieron en contextos muy diferentes, habla de la universalidad de las emociones humanas: la lucha, el dolor, la belleza y la búsqueda de significado. Esta colección no solo es un testimonio de las pasiones individuales de estos artistas, sino también de la capacidad del arte para conectar y trascender generaciones y fronteras nacionales.

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En un mundo cada vez más interconectado, donde las culturas se mezclan y las identidades se transforman, esta exposición representa una oportunidad invaluable para ver cómo el arte puede seguir siendo un puente entre las naciones. A través de la obra de Reinhart, la Courtauld Gallery nos invita a hacer un viaje en el tiempo y el espacio, para descubrir lo que el arte puede enseñarnos sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea.

La exposición será un evento cultural que no solo enriquecerá a los amantes del arte, sino que también permitirá apreciar una parte del patrimonio suizo que pocas veces ha salido de su país de origen. Un verdadero homenaje a la riqueza cultural y artística europea, con la firma inconfundible de un coleccionista visionario como Oskar Reinhart.

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