Descubren una tumba con frescos en la necrópolis etrusca de Tarquinia

La pintura revela escenas vibrantes de la vida cotidiana etrusca, destacando el arte funerario y la extraordinaria creatividad de una civilización olvidada

16 de Febrero de 2025
Actualizado el 17 de febrero
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tumba pintada de Tarquinia, develó una nueva obra maestra de la pintura etrusca

En el corazón de la histórica necrópolis de Monterozzi, en Tarquinia, un descubrimiento excepcional ha iluminado el legado de la antigua civilización etrusca. La tumba número 6438, conocida como la Tumba de Franco Adamo, ha sacado a la luz una serie de frescos pintados que no solo son una muestra deslumbrante del arte funerario, sino también una ventana a la vida y la espiritualidad de los etruscos, una cultura que floreció en la península itálica antes de ser absorbida por Roma. Este hallazgo, que se produjo casi por casualidad, podría cambiar nuestra comprensión de los etruscos, conocidos por su habilidad artística y su enigmática historia.

La tumba de Franco Adamo en el momento del descubrimiento en la parte superior derecha en la pared trasera es visible el
La tumba de Franco Adamo en el momento del descubrimiento en la parte superior derecha en la pared trasera es visible el

Tarquinia desvela un tesoro etrusco

El descubrimiento ocurrió a finales de 2022, cuando un equipo de arqueólogos comenzó a inspeccionar una zona de la necrópolis de Monterozzi, patrimonio de la humanidad de la UNESCO, que había sido alterada por excavaciones clandestinas. Una de las tumbas, aparentemente destruida por estos saqueos, ocultaba en su interior un secreto: una tumba de cámara profunda, cubierta por escombros, pero en cuyo interior se encontraba una serie de frescos que hasta el momento habían permanecido ocultos a lo largo de los siglos. La tumba estaba decorada con escenas que evocan tanto la vida cotidiana como lo divino, con imágenes de danzas vibrantes y un taller metalúrgico en pleno trabajo.

La tumba de Franco Adamo frijol de la pared izquierda
La tumba de Franco Adamo frijol de la pared izquierda

El arte que adorna las paredes de la tumba es un testimonio extraordinario del talento de los artistas etruscos, que usaron colores vivos para narrar escenas de gran vitalidad. En la pared izquierda, un grupo de hombres y mujeres bailan alrededor de un flautista, mientras que en la pared trasera se representan figuras humanas que podrían estar relacionadas con el difunto. Sin embargo, la decoración más impresionante se encuentra en la pared derecha, donde se ha identificado una representación de un taller metalúrgico, que podría estar vinculado al dios etrusco Sethlans, patrón de los herreros. Este hallazgo es significativo no solo por su valor artístico, sino también por lo que puede decirnos sobre las creencias religiosas de los etruscos y su visión del más allá.

Las necrópolis de Tarquinia y Cerveteri
Las necrópolis de Tarquinia y Cerveteri

Un descubrimiento accidental revela una obra maestra

Este descubrimiento ha sido posible gracias a una rigurosa intervención arqueológica, financiada por el Ministerio de Cultura italiano, y dirigida por el arqueólogo Daniele Maras, quien destacó que esta tumba pintada es única no solo por su nivel artístico, sino también por el hecho de que presenta una mezcla de estilos y períodos que reflejan las complejas capas de la historia etrusca. Durante las excavaciones, se descubrió que la tumba había sido previamente saqueada por ladrones de arte, y que la parte superior había sufrido un colapso que afectó la integridad de las pinturas. No obstante, a pesar de estos daños, los frescos han podido ser restaurados con éxito gracias al trabajo de expertos como Adele Cecchini y Mariangela Santella, quienes han trabajado para preservar los detalles más finos de las figuras humanas y las escenas de la vida cotidiana.

Dos pomadas de corno etrusco se reunieron en la tumba, pero perteneciente al atuendo de la sala superior más antigua, a principios del siglo VI a.C. (SABAP VT EM)
Dos pomadas de corno etrusco se reunieron en la tumba, pero perteneciente al atuendo de la sala superior más antigua, a principios del siglo VI a.C. (SABAP VT EM)

Lo que hace aún más fascinante este hallazgo es el contexto en el que se encuentra. La tumba se encuentra debajo de otra más antigua, que fue utilizada en un momento posterior para enterrar a nuevos difuntos. Esta estratificación sugiere una continuidad en las prácticas funerarias etruscas, pero también resalta las intervenciones humanas que han alterado, preservado y, en algunos casos, destruido el arte y la cultura de esta civilización.

Las necrópolis de Tarquinia y Cerveteri
Las necrópolis de Tarquinia y Cerveteri

La tumba de Franco Adamo no solo representa un hito en el estudio de los etruscos, sino que también pone de manifiesto la riqueza cultural de la antigua Tarquinia, que sigue revelando sus secretos tras siglos de olvido. La ciudad, que fue una de las más poderosas de la civilización etrusca, continúa siendo un foco de investigación arqueológica, y los frescos de la tumba descubierta se suman a una larga lista de hallazgos que han ayudado a dar forma a nuestra comprensión de esta cultura.

El arte funerario etrusco cobra vida

El futuro de este descubrimiento parece prometedor. Actualmente, el equipo de restauración sigue trabajando en la consolidación de los frescos y la protección de la tumba para asegurar su conservación a largo plazo. Además, se está utilizando tecnología avanzada, como imágenes multiespectrales, para revelar detalles adicionales de los colores y las técnicas utilizadas por los artistas etruscos. Esta tumba, que promete ser una de las más importantes de la necrópolis de Tarquinia, podría convertirse en un atractivo turístico y educativo, permitiendo a las futuras generaciones descubrir una obra maestra del arte etrusco.

Las necrópolis de Tarquinia y Cerveteri
Las necrópolis de Tarquinia y Cerveteri

La tumba de Franco Adamo es una joya arqueológica que no solo muestra el talento artístico de los etruscos, sino que también ofrece una visión única de sus creencias y su sociedad. Los frescos, con sus escenas de danza, vida cotidiana y actividad laboral, nos recuerdan que los etruscos no solo eran un pueblo de artistas, sino también de pensadores, creyentes y trabajadores, que vivieron una vida rica en matices y rituales.

Las necrópolis de Tarquinia y Cerveteri
Las necrópolis de Tarquinia y Cerveteri

A medida que continúan las investigaciones, es probable que surjan más descubrimientos que profundicen nuestra comprensión de la cultura etrusca. Sin duda, la Tumba de Franco Adamo será recordada como uno de los hallazgos más importantes de la arqueología etrusca en este siglo, y su restauración y estudio podrían arrojar luz sobre muchos de los misterios que aún rodean a esta fascinante civilización.

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