El ciudadano ilustre

11 de Noviembre de 2016
Actualizado el 02 de julio de 2024
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El ciudadano ilustre arranca en un discurso que Daniel Mantovani pronuncia ante la Academia y los reyes de Suecia tras recibir el premio Nobel de literatura.Pasan cinco años y Mantovani reside en Barcelona. En ese lapso no ha escrito más que obituarios, presentaciones y prólogos, mientras su rutina diaria consiste en pedirle con cierto cansancio paternalista a su asistente personal que rechace todas y cada una de las múltiples invitaciones que recibe. Sin embargo, una de las cartas despierta su atención: el intendente de Salas, su pueblo natal, lo invita a participar en los festejos del lugar y a recibir la medalla de “Ciudadano ilustre”. Tras una negativa inicial, se decide a viajar a su villorrio de origen, un agujero de mala muerte al que no ha regresado desde hace casi cuarenta años.Mantovani representa a la mirada externa y crítica  del exiliado, frente a la defensa nacionalista de sus coterráneos. En su terruño provinciano la vida apacible, la exaltación de lo propio, la mirada campechana, el patriotismo y el machismo  son un estilo de vida aceptable. Pero para este escritor cosmopolita suponen la negación de esa sociedad a cualquier idea de progreso.Mantovani encarna el orgullo que supone para su pueblo natal tener una figura reconocida a nivel mundial, pero la fascinación por su presencia irá mutando como un virus en rechazo y desprecio, en envidia, resentimiento y odio.Magnífica película argentina con ese toque de humor negro tan típico de los argentinos y esas increíbles interpretaciones también tan típicas de las películas argentinas. Refleja situaciones muy reales en las que me he visto muy identificada de la época en la que yo era una escritora famosa ( aclaración-> ya no lo soy, ya soy solo una has been):  El tipo que viene a pedirte dinero, el que te invita a comer en su casa sin conocerle, el que te sigue por la calle, la ex pareja que no te ha visto en quince años pero te tiene absolutamente idealizado porque se ha construido una imagen de lo que puedes ser a través de tus libros, la niñata que se te cuela en la habitación de hotel. Es una película inteligentísima sobre la fama, la envidia, la hipocresía, el cinismo y el miedo a lo diferente.Buenísimos gags, diálogos punzantes como dardos, lúcidas observaciones sobre la dinámica pueblerina (todos los que hayamos vivido en un pueblo pequeño reconoceremos algunas de las situaciones descritas) , buenas actuaciones,acidez y negrura.El fallo: Un final que me suena a impuesto por producción, y que se carga el final negro, negrísimo al que la película lógicamente se dirigía. Los espectadores saldrán de la película más tranquilos, pero pierde en realismo
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