En el siglo XVIII, un hallazgo arqueológico fascinó al mundo: más de 1.800 rollos de papiro calcinados por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., descubiertos en las ruinas de una lujosa villa romana en Herculano, cerca de Nápoles. Durante siglos, los expertos creyeron que sería imposible leer aquellos documentos, reducidos a tubos quebradizos como carbón. Sin embargo, lo que parecía perdido para siempre comienza ahora a emerger de las sombras gracias a una combinación de rayos X de altísima precisión e inteligencia artificial.

En marzo, un jet privado aterrizó en el aeropuerto de Londres-Luton con una carga insólita: 18 rollos del siglo I, cuidadosamente protegidos en estuches impresos en 3D, rumbo al acelerador de partículas Diamond Light Source en Oxford. Allí, un equipo internacional escaneó los papiros con rayos X de alta energía para reconstruir su interior sin desenrollarlos físicamente. El objetivo: desvelar su contenido sin dañarlos.
Una carrera global por descifrar lo indescifrable
Este esfuerzo forma parte del Vesuvius Challenge, una competición lanzada en 2023 por el informático Brent Seales, de la Universidad de Kentucky, junto al empresario tecnológico Nat Friedman. La iniciativa ha movilizado a programadores y estudiosos de todo el mundo para desarrollar herramientas que permitan leer estos rollos sin tocarlos. En 2024, un equipo de estudiantes logró identificar miles de caracteres griegos en un papiro, ganando un premio de 700.000 dólares. Fue el primer gran éxito de un reto que ahora busca automatizar el proceso y escanear cientos de manuscritos más.
El tesoro carbonizado que vuelve a la vida
Stephen Parsons, uno de los científicos implicados, explica que algunas de las nuevas imágenes ya muestran señales visibles de tinta. Esto supone un avance clave: hasta ahora, el gran reto era que la tinta, hecha también de carbono, tenía una densidad similar a la del propio papiro, lo que dificultaba diferenciarla en las imágenes. Pero los nuevos escaneos están revelando trazos más nítidos, lo que permite a los algoritmos distinguir entre la superficie del rollo y los caracteres escritos.

Tecnología punta para un legado milenario
El procedimiento no es sencillo. Cada papiro se escanea por partes, generando terabytes de datos. Luego, un software especializado reconstruye el rollo virtualmente y lo "desenrolla" en una imagen plana. Este trabajo, que antes llevaba meses de esfuerzo manual, está empezando a ser automatizado. Una de las claves ha sido adaptar herramientas diseñadas originalmente para estudiar conexiones neuronales, usándolas para rastrear las fibras del papiro. Así se detectan mejor las capas del rollo, incluso cuando están comprimidas unas contra otras.

La última joya del proyecto es el rollo identificado como PHerc. 172, escaneado en Oxford. Su tinta, más densa que en otros casos, ha permitido detectar palabras como “foolish” (necio), “disgust” (repugnancia) o “fear” (miedo), en griego antiguo. Los expertos creen que se trata de un texto filosófico del epicúreo Filodemo de Gadara, autor habitual en la villa de Herculano. Hasta ahora, sólo se conocían fragmentos; hoy, por primera vez, es posible imaginar una lectura completa.
El sueño de leer a Roma y Grecia con ojos del siglo XXI
Federica Nicolardi, papirologista de la Universidad Federico II de Nápoles, destaca que “todo lo que encontramos es una sorpresa”. La investigadora ha seleccionado personalmente los rollos más prometedores y ya trabaja en preparar los siguientes 50 ejemplares, que serán escaneados a partir del 6 de mayo en el European Synchrotron Radiation Facility en Grenoble, Francia.
La ilusión no es solo académica: se cree que algunos de estos rollos podrían contener obras perdidas de la literatura romana, en latín, que hasta ahora solo conocemos por referencias indirectas. Entre los posibles textos, se mencionan fragmentos de los Annales de Ennio o del Carmen de bello Actiaco, un poema sobre la guerra entre Octavio y Marco Antonio. Si estos textos se confirmaran, estaríamos ante una recuperación histórica de proporciones épicas.

El Vesuvius Challenge se sostiene con fondos privados, incluidos dos donativos de dos millones de dólares: uno de ellos procedente de Elon Musk, y otro de un benefactor anónimo. Esta financiación ha hecho posible transportar los frágiles rollos, escanearlos con tecnologías punteras y desarrollar algoritmos que parecían ciencia ficción hace solo una década.
Además, se baraja la posibilidad de retomar las excavaciones en Herculano. Muchos arqueólogos creen que hay más rollos aún enterrados en la villa, conservados por las capas de ceniza volcánica que los protegieron del tiempo. Si se confirmara este extremo, el número total de manuscritos podría duplicarse.
Una nueva era para las letras clásicas
Las bibliotecas clásicas no han desaparecido del todo. Simplemente estaban esperando a que la tecnología del siglo XXI las hiciera legibles. Hoy, gracias a la inteligencia artificial y la colaboración internacional, estamos más cerca que nunca de escuchar, con nitidez, las voces de filósofos y poetas que llevaban 2.000 años en silencio.
Para Nicolardi y Seales, el trabajo apenas ha comenzado. Pero lo que ya han conseguido marca un antes y un después en la historia de la arqueología, la filología y la tecnología. El pasado está hablando. Y por primera vez, podemos escucharlo.