La irrupción de un genio: Sargent conquista París con audacia y escándalos

Una exposición inédita en el Met revela cómo París moldeó a John Singer Sargent y lo catapultó a la fama con sus retratos desafiantes y vanguardistas

03 de Mayo de 2025
Actualizado a las 11:26h
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La irrupción de un genio: Sargent conquista París con audacia y escándalos
Sargen en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York

En 1874, un joven John Singer Sargent (1856-1925) llegó a París decidido a conquistar el mundo del arte. Apenas con 18 años, este estadounidense, nacido en Florencia, se encontraba en una ciudad que se había transformado en el centro artístico de Europa tras la guerra franco-prusiana y la fundación de un nuevo gobierno. Con una gran ambición, Sargent se sumergió en la vida cultural de París, donde comenzó su formación con el prestigioso retratista Carolus-Duran y entró en contacto con los impresionistas, cuya técnica al aire libre lo cautivó profundamente.

Sargen en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York
Sargent en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York

El Metropolitan Museum of Art de Nueva York ha montado una exposición única titulada Sargent y París, en la que se pueden ver hasta cien obras de este pintor revolucionario, con especial énfasis en su época parisina. Esta muestra, que coincide con el centenario de su muerte, recorrte los momentos más cruciales de su carrera, desde sus primeros años en la ciudad hasta mediados de los 80, un periodo marcado por la controversia y el escándalo del retrato Madame X.

Sargen en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York
Sargent en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York

Sargent, formado en un ambiente cosmopolita, rápidamente se rodeó de una red de artistas, escritores y mecenas que fueron sus modelos y con los que construyó una carrera de éxito. A los tres años de su llegada a la ciudad, ya había presentado su primer retrato en el Salón de París. La obra, que mostraba a su amiga Fanny Watts, marcó el inicio de una serie de retratos llenos de frescura y modernidad que iban a desafiar las convenciones artísticas de la época.

Sargen en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York
Sargent en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York

El arte de Sargent se nutría no solo de su aprendizaje en el estudio, sino también de sus viajes por Europa. De hecho, la pasión del pintor por captar lo "exótico" lo llevó a lugares como España, donde se empapó de la energía del flamenco, y Marruecos, donde sus obras adquirieron un tono orientalista único, como es el caso de Fumée d’ambre gris (1880). Sin embargo, no fue hasta 1882, cuando Sargent alcanzó un éxito arrollador con su pintura El Jaleo, una pieza que retrata a una bailarina flamenca en una pose dinámica y vibrante que reflejaba perfectamente la modernidad que Sargent buscaba plasmar.

Sargen en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York
Sargent en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York

La obra que catapultó a Sargent al centro de la controversia fue, sin duda, Madame X, un retrato de Virginie Amélie Avegno Gautreau, una mujer estadounidense convertida en una de las figuras más glamorosas de la sociedad parisina. En este retrato, Sargent sorprendió al público con un retrato audaz y provocador: la modelo aparece con un vestido cuya correa cae de un hombro, un gesto aparentemente insignificante que desató un escándalo monumental en el Salón de 1884. Los críticos no solo atacaron la actitud desafiante de la modelo, sino que también cuestionaron su moralidad. A pesar de la presión para retirar la obra, Sargent defendió con firmeza su creación, y aunque su reputación se vio afectada, Madame X se consolidó como una de sus obras más emblemáticas.

Sargen en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York
Sargent en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York

Pero más allá del escándalo, la exposición Sargent y París revela cómo el artista utilizó su relación con la sociedad parisina para construir una imagen única en el mundo del retrato. La alta sociedad de la capital francesa, que valoraba enormemente la representación de su estatus, encontró en Sargent un pintor que no solo les ofrecía una representación fidedigna, sino que también capturaba la esencia de sus identidades en poses cargadas de modernidad y estilo. La figura de la mujer parisina, que se convirtió en un ideal de belleza y sofisticación, fue central en la obra de Sargent, quien se acercó a este tema con una mirada fresca y atrevida.

Sargen en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York
Sargent en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York

Otro aspecto fascinante de la exposición es cómo Sargent equilibraba su pasión por los viajes con su trabajo en París. Sus estancias en lugares como Capri, Madrid y Marruecos no solo enriquecieron su paleta, sino que también expandieron su visión artística. Su obra, por ejemplo, Spanish Dance (1879-82), captura el movimiento y la emoción del flamenco, una influencia directa de sus viajes por España, mientras que en Fumée d’ambre gris, la atmósfera del norte de África se apodera de la escena.

Sargen en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York
Sargent en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York

A lo largo de la exposición, se muestra también cómo Sargent construyó su carrera apoyado en las relaciones sociales. A través de su amistad con escritores y críticos literarios, su obra se posicionó en el centro del debate artístico. El pintor logró cultivar una clientela internacional que lo buscaba por su habilidad para crear retratos que ofrecieran no solo una representación visual, sino también un medio para que sus modelos pudieran validar su estatus social. Obras como Dr. Pozzi en casa (1881), que muestra al médico Samuel-Jean Pozzi, un pionero de la cirugía ginecológica, son una clara muestra de cómo Sargent combinaba la alta sociedad con una profunda reflexión artística sobre el retrato.

Sargen en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York
Sargent en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York

La exposición, comisariada por Stephanie L. Herdrich del Met y Caroline Corbeau-Parsons del Museo de Orsay, ofrece una nueva mirada sobre el período parisino de Sargent, no solo como un artista en ascenso, sino como un hombre que supo entender y reflejar la vibrante sociedad de su tiempo. En palabras de Max Hollein, director del Met, esta muestra arroja nueva luz sobre la carrera de Sargent, destacando su capacidad para capturar la esencia de la ciudad que lo formó y lo inspiró.

Sargen en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York
Sargent en Paris, Metropolitan Museum de Nueva York

El retrato como herramienta de autovalidación social, la audacia de sus retratos más provocadores y el trasfondo de un París en constante transformación son solo algunas de las piezas que componen este homenaje a Sargent en el Met. Una exposición que no solo celebra su genialidad, sino que también invita a reflexionar sobre las tensiones sociales y culturales de una ciudad que, en muchos aspectos, sigue siendo la capital del arte mundial.

 

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