La novela gráfica es como el fútbol sala

Sebastián Araújo
14 de Abril de 2024
Actualizado el 29 de octubre
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Javier Pérez Andújar y Laura Pérez Vernetti-ok

La obra literaria de Javier Pérez Andújar (San Adrián de Besós, Barcelona, 1965), para el lector un poco conocedor del tema, siempre ha rezumado mucha escuela Bruguera y cómic contemporáneo; de hecho, casi lo más sorprendente es que sea esta la primera incursión de Andújar en el guion de historietas. “Es que no sabía”, argüía Andújar en la presentación de El designio este pasado jueves en la Librería Universal en Barcelona. Trabajar mano a mano con Laura Pérez Vernetti ha sido una inmersión en el proceso de crear un cómic, un trabajo colaborativo, entrelazado y un máster en narración viñetada. Durante casi dos años han ido avanzando, sin prisa y codo con codo, sobre las páginas que Laura dibujaba y Javier reescribía y reescribía. Al ver las ilustraciones, los personajes cobraban vida propia y exigían otros textos, su propia voz o su momento concreto. Todo un aprendizaje que podemos disfrutar a partir del 18 de abril, que llega El designio a las librerías, y que apunta la posibilidad de que no va a ser esta su última novela gráfica.

En El designio nos encontramos con una cantidad ingente de personajes originalísimos, cambios de registro gráfico e intrahistorias dentro del relato principal en el que se combina el drama con el humor, el misterio y el misticismo. De hecho, es un sacerdote —exorcista para ser exactos— el protagonista de El designio, el padre Elías, que ve más allá de lo que percibimos la mayoría, cosa que le permite desempeñar su tarea de expulsar demonios de un modo la mar de efectivo. Acompañado por El Largo y por la manca Patricia, tratan de aclarar las extrañas circunstancias que rodean la muerte de Maravillas, que fue el gran amor de El Largo. Este, no duda en someterse a las experiencias virtuales post mortem que ofrece la Funeraria Final Feliz, en las que por unos instantes se atraviesa la fina línea que separa el mundo de los vivos y el de los muertos, permitiendo contactar con el otro lado. Para El Largo es, además de una herramienta de la investigación, la posibilidad de saciar su mayor anhelo, el de regresar con su amor.

Durante casi dos años han ido avanzando, sin prisa y codo con codo, sobre las páginas que Laura dibujaba y Javier reescribía y reescribía

Es un trabajo cargado de simbolismo y de guiños, de referencias al tarot, a relatos medievales, al cine clásico, al flamenco y al rock, a obras de arte y, cómo no, al cómic. Desfilan homenajes a Tintin, al Eternauta, a Sir Timoteo o al Profesor Bacterio. Una lectura tremendamente visual, en la que es un verdadero placer seguir los detalles de los dibujos de Laura, en los que nada es accesorio o carece de significado. Una lectura con sus capas y sus porqués, una historia trufada en la que todo está conectado.

Por cierto, la frase de “la novela gráfica es como el fútbol sala. Ya me entiende” es de uno de los exóticos personajes de El designio, el taxista que lleva a El Largo en una carrera hasta la Funeraria Final Feliz, y que, como no podía ser de otra manera en este cómic, está en las antípodas de los tópicos. Un debut muy particular para Pérez Andújar, y un cómic muy especial para Laura dentro de su amplísima trayectoria, en el que despliega todo su poderío gráfico y parece cumplir el designio de ligar su obra con la literatura.

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