Haruki Murakami y la patada en los huevos

20 de Agosto de 2024
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Haruki Murakami y la patada en los huevos

Estoy leyendo una novela de Haruki Murakami en la agradable soledad del inmenso jardín de la urba de El Escorial donde paso los veranos. 

Es la segunda novela de él que me leo en este 2024. En un viaje a Londres en enero me compré Kafka en la orilla en edición bolsillo, pero me sucedió que me costaba leerlo porque tengo el inglés bastante oxidado. Así que recurrí a un PDF en castellano como apoyo al original en inglés. 

Me encantó la novela, me parece una obra maestra. Y como es natural inmediatamente me hice con otro libro del autor japonés que utiliza todas las técnicas anglosajonas para sobrevivir en el difícil mercado del libro. 

1Q84. Murakami no se priva nunca de utilizar el máximo de referencias occidentales posibles.

Llevo algo menos de doscientas páginas y estoy empezando a conocer bien a un personaje llamado Aomame que es muy de cartón piedra, pero al mismo tiempo también interesantísimo. 

Aomame es una asesina profesional, pero en un principio parece que sólo se dedican a cargarse a hombres malos, y concretamente a maltratadores de mujeres. 

Y durante su formación, cuenta  Haruki, era profesora de defensa personal en un club lujosísimo donde enseñaba a las representantes del antaño llamado bello sexo a patear las gónadas a los caballeros malvados con precisión y energía incontestables. 

La patada en los huevos. Así lo llama directamente Murakami. Y me ha hecho recordar que en su momento, cuando se publicó el libro vi a un montón de chicas de todas las nacionalidades con un ejemplar bajo el brazo. 
Supongo que era una forma de decir a los representantes del antaño llamado sexo bruto (y algún bruto queda sin duda todavía aunque pienso que son ya minoritarios) que tuviesen cuidado con ellas, que si se pasaban un pelín sabían como neutralizarlos. 

El gran Murakami, siento particular querencia por sus gatos mágicos. 

Excelsior

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