Nudo, festival de poesía desatada. ¿Por qué? ¿Hay otra poesía atada?
Claro, la que se queda en la página. Invitamos a que la poesía salte, estalle y se propague. La poesía nació con la oralidad, ahora es transversal y adopta numerosas vestimentas. La poesía desatada tiene la capacidad de transformarse y transformarnos.
¿Cómo nace esta idea?
Cuando me quedé embarazada experimenté una explosión creativa prodigiosa. Aparte de escribir más, empecé a experimentar con formatos nuevos para mí como la videopoesía, la fotopoesía, los libros artesanales… Vi que no había ninguna cita literaria en Barcelona que acogiera la poesía en fusión con otras disciplinas y decidí crearla. Soy gestora cultural y había trabajado en el Hay Festival, montar un festival diminuto y sin pretensiones empezó con ilusión y como un juego, estaba criando a la vez, así que siempre fue con ese propósito del disfrute, de festejar la palabra y la unión de seres afines.
¿Qué ofrece Nudo para 2023?
Hacer, escuchar, ver, participar. Nudo ofrece este año un programa tremendamente ecléctico entre recitales, exposición de poesía visual, maratón de collage, videopoesía, performances, vermuts poéticos y talleres. Participan poetas locales, nacionales y, por primera vez, internacionales. Escucharemos los versos de grandes poetas como Leire Bilbao, Javier Vicedo, Susan Briante y Gonzalo Escarpa, Rosa Berbel, Edgardo Dobry, Ale Oseguera y Carlos Zanón, entre otros, y los recitales más performativos con música de Alicia G. Núñez (en su nueva formación Fuerzas Amadas Cuir), del tándem Marina Oroza-Marc Egea y la inclasificable Pia Sommer, que cerrará la última jarana a ritmo de percusión y guitarra eléctrica.
Arthur Rimbaud, 150 años de 'Una temporada en el infierno'. ¿Barcelona celebra a Rimbaud?
¡Sí! Nudo celebra a Rimbaud. No podíamos dejar pasar esta efeméride. Rimbaud ha sido un poeta de gran influencia a pesar de su escasa obra. Que escribiera semejante libro con solo 19 años es extraordinario. Hemos decidido hacer dos actividades para invocarlo, un recital parcial en dos lenguas (francés y catalán) de mano del escritor Mathias Énard y el poeta Eduard Escoffet, y una exposición colectiva con 22 artistas visuales ofreciendo su visión personal del infierno.
¿Quedan registros de los festivales?
Lo que ofrece Nudo es una experiencia, no solemos compartir lo vivido más allá de las posteriores publicaciones en redes sociales. Defendemos la presencia, abogamos por la piel. Hay que venir y vivirlo.
Hace poco, un escritor de lo que podríamos definir ‘el circuito comercial', dijo que “la poesía estaba muerta, que no tenía lectores”. ¿Es esto cierto?
En mi opinión está absolutamente equivocado. La poesía nunca ha sido un género tan leído como la ficción, pero está más viva que nunca. De hecho, está viviendo un apogeo sin precedentes, se escribe, lee y edita más que en ninguna otra época, en parte gracias a las redes sociales, sin entrar a si es buena o mala poesía. La poesía importa y eso es lo relevante. Podríamos decir que la poesía es inevitable, todo el mundo se topa con ella en algún momento. Y eso va in crescendo.
“La poesía nació con la oralidad, ahora es transversal y adopta numerosas vestimentas. La poesía desatada tiene la capacidad de transformarse y transformarnos”
¿Solo a una poeta se le hubiera ocurrido Nudo o hay empresarios amantes de la poesía que se atrevan a arriesgar?
Si los hay que me llamen, por favor. El festival desde luego es un canto a la voluntad y se nota que está hecho con amor, conocimiento y perseverancia. El resultado es espectacular, se crean vínculos, En ningún otro festival te recibe el director en su casa y te cocina un marmitako. La poesía se desata así libremente y con alegría.