No hay condena que purgue la violación a una menor

La escritora francesa Neige Sinno revoluciona las letras de su país con un libro impactante que va mucho más allá del testimonio personal sobre las agresiones sexuales que sufrió desde los siete a los 14 años por su padrastro

06 de Octubre de 2024
Guardar
La escritora francesa Neige Sinno.

Nueve años de prisión y una vida marcada para siempre a hierro bajo el estigma de la violación. Es el paradójico y estremecedor balance de este caso particular, pero la experiencia concreta de la escritora francesa Neige Sinno puede extrapolarse sin que se distorsionen demasiado idénticas variables a miles, millones de casos en todo el planeta. Las agresiones sexuales a menores constituyen uno de los actos más viles, depravados y perversos de la especie humana, difícilmente equiparables con cualquier otro delito. Marcan sí o sí para siempre durante todos y cada uno de los restantes días de la vida a la persona víctima de tales aberraciones. Es precisamente esto lo que Sinno no ha querido que le ocurra a ella, y ahí queda el contundente y catártico Triste tigre (Anagrama), una obra que va mucho más allá del género testimonial al uso y nos adentra en una exquisita literatura de altos vuelos para descender muy muy abajo, más allá de los infiernos imaginables.

Sinno se autoimpone la necesidad de ir mucho más allá, en un deseo constante de querer adentrarse en la mente de su padrastro, que la violó sin desmayo durante buena parte de su infancia y adolescencia

Esta autora revelación en su país gracias a este tercer libro publicado, con el que ha sido reconocida con infinidad de premios y menciones, ha tenido el arrojo, la necesidad, la valentía, la osadía o ponga usted el término que quiera para dar un paso adelante y configurar con Triste tigre una impactante literatura mayúscula donde aparentemente sólo se podía contar el proceso de depravación humana más nauseabunda. Pero Sinno, nada más lejos que intentar enarbolar el victimismo en un caso tan flagrante como este de agresión sexual a una menor en el seno familiar, se autoimpone la necesidad de ir mucho más allá, en un deseo constante de querer adentrarse en la mente del agresor, su padrastro, que la violó sin desmayo desde que Sinno contaba siete años hasta los 14.

Mirar de frente al monstruo

Esta obra catártica en un problema lacerante como es el de las agresiones sexuales a menores lo es por múltiples motivos, uno de ellos sin ir más lejos es la capacidad estremecedora de la autora de contar todo lo que le ha sucedido mirando de frente al monstruo, y también de paso a una sociedad y una justicia, sin mayúsculas, que hasta ayer mismo siempre ha buscado excusas de lo más variopintas para blanquear y embellecer una monstruosidad sin paliativos, incluso redimiendo en cierta medida al agresor con los argumentos más escandalosos y reprobables.

El grado de monstruosidad del agresor es tal que, en un apartado del libro titulado Zona gris, Sinno detalla cómo el violador intentaba que su víctima llegara incluso al orgasmo para hacerla cómplice de la violación. Esta aberración no quedó ahí sin más, ya que la denunciante tuvo que emplearse a fondo en el juicio, que condenó hace dos décadas a nueve años de prisión al agresor, para poder demostrar que en ningún momento hubo el más mínimo atisbo de consentimiento, esa palabra clave hoy tan de actualidad en España y que aún en Francia cuesta metabolizar en no pocas mentes biempensantes.

En definitiva, Sinno ha logrado hacer literatura mayúscula del horror, y aunque el género cuenta ya con libros universales de referencia, este Triste tigre debe tener sin duda el honor de ocupar un puesto destacado entre los mejores. Porque lo que no se cuenta no existe, para ello Sinno deja constancia de que vive para contarlo y hace arte desde el infierno, sin más, que no es poco.

libro Neige Sinno

 

Lo + leído