Roaming: Desencuentros en la gran ciudad

15 de Julio de 2024
Guardar
Roaming Desencuentros en la gran ciudad

Diez años hace ya de la publicación de Aquel verano, de Jillian y Mariko Tamaki, y diez años han sido suficientes para que se consagre como un clásico moderno. Aquel verano era una novela gráfica rezumante de frescura y lirismo sobre las vacaciones de dos amigas adolescentes a las que les pasa lo que a todas las adolescentes ante la proximidad de ese extraño mundo de los adultos: nadie les cuenta nada pero se enteran de todo, tienen que demostrar que lo saben todo pero en realidad no se enteran de nada. El cómic, además, se convirtió en foco de una gran controversia; en EE.UU. los guardianes de la moral forzaron a muchas bibliotecas a retirarlo de sus estanterías porque en sus viñetas aparecen menores hablando de sexo (cosa que, por supuesto, en la vida real no ocurre). Aquel verano era toda una bomba contra la hipocresía.

Desde entonces, las carreras de ambas autoras, canadienses de ascendencia japonesa, no han hecho sino subir como la espuma: Jillian como ilustradora para The New York Times y The New Yorker, su prima Mariko como guionista para Marvel y DC. Y la mejor de las noticias es que han encontrado tiempo y ganas para volver a juntarse como tándem creativo: dos voces que se compenetran como si fueran una sola. El resultado es Roaming, una nueva novela gráfica publicada en EE.UU. por Drawn & Quarterly y en España por Ediciones La Cúpula, en una cuidada labor de edición en la que cabe destacar la excelente traducción de Rubén Lardín: no es tarea fácil vertir al castellano, sin que parezca forzado, el argot milenial en que se expresan las protagonistas.

¿Y quiénes son estas protagonistas? Ya no son dos adolescentes como en Aquel verano, sino tres chicas en su primer año de universidad. Roaming retrata ese momento vital en que, empoderadas y atolondradas a partes iguales, unas amigas disfrutan de su primera zambullida de lleno en el mundo de los adultos... pero ¿son tan libres e independientes como quieren aparentar? Para colmo, la acción transcurre a lo largo de cinco intensos días en los que las chicas se juntan para hacer un viaje a Nueva York, la moderna Babilonia, un océano de experiencias en el que resuenan los cantos de sirena de todo tipo de tentaciones consumistas y placeres prohibidos: pizzerías grasientas, tiendas gargantuescas y museos; porros, alcohol y sexo a escondidas. ¿Qué mejor muestra que la Gran Manzana del mundo fascinante, hostil y desconocido en el que las protagonistas habrán de encontrar su camino en la vida? Quizás no estaban tan preparadas como pensaban, y a lo largo de este inmersivo slice of life afloran sus vulnerabilidades y sus inseguridades, y las relaciones de amistad (con o sin derecho a roce) que las unen corren el riesgo de devenir tóxicas en cualquier momento.

El arte de Jillian Tamaki es clave para envolver la historia en una atmósfera etérea en la que se disuelven completamente las fronteras entre el viaje físico y el viaje interior. En sus composiciones a doble página, lo real se mezcla con lo onírico, y escenas pertenecientes a la imaginación de las protagonistas se entreveran armoniosamente con las imágenes y los ritmos de la gran ciudad. Una habitación de hotel se puede transformar en una galaxia del espacio profundo, una escapada al Museo de Historia Natural se puede convertir en un vuelo entre mariposas gigantes. Además, un recurso típico de Jillian Tamaki es el de modular su estilo para cada una de sus novelas gráficas, dándole a cada una un carácter visual único sin perder su sello personal. En Roaming apuesta por el minimalismo y reduce su paleta a cuatro colores planos: blanco, negro, salmón y azul pálido, que combina en manchas, líneas y superficies punteadas haciendo gala de buen gusto y de economía de medios.

Si en Aquel verano el elemento lésbico sobrevolaba toda la trama de forma sutilmente implícita, sin revelarse a las claras en ningún momento, en Roaming abandona el subtexto y sale a flote, acompañando el momento vital de unas chicas deseosas de sentir, de experimentar con su cuerpo y dejar volar libremente sus emociones. Las Tamaki nos hacen sentir real y cercano el amor (¿o deberíamos llamarlo deseo?), con todas las inconsistencias y contradicciones que lo acompañan, con su gusto por habitar en los pequeños gestos. En una panorámica del actual cómic LGTBI+, Roaming estaría en las antípodas del yuri japonés, cuyos códigos presentan una imagen tan mistificada, estereotipada y plastificada del amor entre mujeres.

Por todo ello resulta inevitable la comparación, siempre agraviosa, con Tillie Walden, la gran luminaria del actual cómic de autor. El barniz lésbico que impregna la trama; el ritmo secuencial flotante y aéreo; el estilo visual que, aparentemente naif y blando, se enreda constantemente en composiciones osadas que coquetean con lo experimental; la perfecta fusión del mundo interior de los personajes con sus entornos cotidianos: todos estos rasgos definen también las obras de la joven artista estadounidense, títulos que marcan una época como ¿Me estás escuchando? o En un rayo de sol. Sin duda hay una sensibilidad común que flota en el ambiente de la escena creativa indie norteamericana, de la cual tanto la Walden como las primas Tamaki son referencias mayúsculas... y que se va contagiando al imaginario global del noveno arte: ¿no participan también de ella las heroínas sin cara de Borja González, sáficas y melancólicas? Bienvenido sea el contagio; ojalá este nuevo lenguaje lírico, discretamente queer e intensamente humano, se convierta en una nueva pandemia, porque experiencias lectoras tan sanas y conmovedoras como la de Roaming le devuelven a uno la fe en el futuro de la novela gráfica.

Roaming, de Jillian Tamaki y Mariko Tamaki. Ediciones La Cúpula, 432 páginas, 32 €.

Lo + leído