El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza se embarca en una audaz y fascinante propuesta expositiva que invita al público a replantear su relación con la pintura. Desde el 7 de octubre hasta el 21 de enero de 2025, la sala 17 del museo se transforma en un escenario donde el marco se convierte en el protagonista indiscutible. Bajo el título "Marcos de colección", esta instalación reúne once obras de la colección permanente que abarcan desde el siglo XIV hasta el XVII, destacando la relevancia artística de sus marcos.
El marco es un elemento esencial en la presentación de una pintura y, por tanto, es más que un adorno. Nos ayuda a centrar la mirada y a fijar la atención en el cuadro mientras separa un espacio real, como son las paredes de un museo, de otro imaginario, que es el que nos ofrece el pintor. Fiel compañero de la obra de arte a la que protege y embellece, existe una gran variedad de estilos según el periodo artístico en que fueron realizados o el criterio de las modas, concretamente del mobiliario, pero siempre han constituido un valor añadido a la propia pintura.
Un viaje en el tiempo a través de los marcos
La exposición no solo presenta obras maestras, sino que también explora el papel fundamental que desempeñan los marcos en la experiencia visual del espectador. Lejos de ser meros adornos, los marcos actúan como una extensión de la obra misma, guiando la mirada del observador hacia el centro de la composición y estableciendo un diálogo visual entre el cuadro y el entorno. Este aspecto es esencial para comprender cómo la presentación de una pintura puede influir en su apreciación y en el mensaje que transmite.
Los marcos expuestos provienen de diversas tradiciones artísticas, incluyendo España, Francia, Italia, Alemania y los Países Bajos. Esta variedad no solo refleja la riqueza de estilos que han coexistido a lo largo de los siglos, sino que también pone de manifiesto cómo el marco ha sido influenciado por las modas y el mobiliario de cada época. En palabras de la comisaria de la muestra, María Borobia, "el marco es un elemento esencial que aporta un valor añadido a la obra de arte, contribuyendo a su preservación y embellecimiento"
La evolución del marco a lo largo de la historia
La historia del marco es rica y compleja, comenzando desde la Antigüedad clásica, donde se utilizaban bordes de mosaicos para enmarcar frescos. Durante la Edad Media, los marcos evolucionaron para proteger las pinturas religiosas, adaptándose a las necesidades de las iglesias. Con el Renacimiento, los marcos comenzaron a ser diseñados de manera más elaborada, reflejando el gusto estético de la época y la importancia que adquirían las obras de arte. En este sentido, la exposición destaca marcos que son verdaderas obras maestras en sí mismas, como el tríptico portátil de Lorenzo Veneziano, cuya estructura arquitectónica está tallada en la misma tabla y que imita un pórtico gótico.
Otro ejemplo notable es el díptico de la Anunciación de Jan van Eyck, que presenta un marco pintado a modo de trampantojo, simulando una rica ornamentación de mármol y creando una ilusión que cautiva al espectador. La atención al detalle en estos marcos no solo los convierte en complementos decorativos, sino que les otorga un estatus de arte en sí mismos, revelando la habilidad de los artesanos que los crearon.
Marcos como reflejo de la identidad cultural
La exposición también invita a reflexionar sobre cómo los marcos son un reflejo de la identidad cultural de las épocas y regiones que representan. A medida que nos adentramos en el Barroco y el Rococó, la exuberancia de los marcos alcanza su punto máximo, con tallas elaboradas y decoraciones ostentosas que rivalizan con la propia obra que enmarcan. Los marcos de este período son testigos de un momento en el que el arte y la decoración alcanzaron un nivel de sofisticación impresionante, marcando una clara diferencia en la presentación de la pintura.
Sin embargo, la Revolución Francesa trajo consigo un cambio drástico. Muchos marcos fueron destruidos, y el oro que antes adornaba las obras se recicló para otras necesidades. A partir de entonces, las modas cambiaron y los marcos adoptaron estilos más sobrios, hasta que el movimiento impresionista comenzó a buscar un enfoque más neutro en sus enmarcados, lo que indica una evolución constante en la relación entre el arte y su presentación.
Un diálogo entre el marco y la pintura
La exposición "Marcos de colección" no solo celebra la diversidad y la belleza de los marcos, sino que también plantea preguntas profundas sobre cómo percibimos y valoramos el arte. Al resaltar la importancia del marco, el Thyssen-Bornemisza desafía la idea convencional de que la obra de arte es el único objeto digno de atención, sugiriendo que el marco, en su calidad estética y su historia, es igualmente significativo.
Las piezas seleccionadas en la muestra son ejemplos sobresalientes de marcos antiguos que han sobrevivido al paso del tiempo y que, al ser exhibidos, revelan la riqueza del patrimonio cultural europeo. Entre las obras destacadas se encuentran dos de El Greco, donde se aprecian decoraciones vegetales que realzan la fuerza de sus composiciones. El marco de "Cristo abrazando la cruz" es un magnífico ejemplo del estilo Luis XIII, con tallas esculturales que añaden dinamismo y profundidad a la obra.
La obra de arte en su contexto
En última instancia, "Marcos de colección" es un recordatorio de que cada obra de arte se encuentra en un contexto que incluye no solo su creación, sino también su conservación y presentación. Al otorgar protagonismo a los marcos, el Thyssen-Bornemisza nos invita a mirar más allá del lienzo, a apreciar la historia que rodea a cada obra y a reconocer que el marco, al igual que la pintura, cuenta una historia propia.
Así, la exposición no solo enriquece nuestra comprensión del arte, sino que también nos invita a reconsiderar la forma en que interactuamos con él. En un mundo donde la inmediatez suele prevalecer, "Marcos de colección" nos recuerda la importancia de detenernos y contemplar, no solo lo que vemos, sino cómo lo vemos. Al final, cada marco es una ventana a la historia del arte, y en esta muestra, esa ventana se abre de par en par.