Mari Chordà es una de las figuras más significativas en la historia del arte feminista en España. Pintora, escritora, poeta y activista, su obra es un reflejo del vínculo irrompible entre arte, política y lucha social. A través de su trabajo, Chordà ha logrado fusionar lo personal con lo político, utilizando la pintura, la poesía y la acción social para explorar la identidad femenina, la sexualidad y el empoderamiento de las mujeres en tiempos de represión. Su más reciente exposición en el MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona) es una muestra de la evolución de una mujer que, desde los años 60 hasta la actualidad, ha hecho del arte una herramienta de resistencia y autoafirmación.
Nacida en Amposta en 1942, Chordà comenzó su formación artística en una época marcada por la dictadura franquista. Desde su juventud, desarrolló un lenguaje propio que la alejó de los convencionalismos del arte académico y de los movimientos dominantes de la época, como el pop art y la psicodelia. Sin embargo, su estilo encontró inspiración en ellos sin que Chordà se identificara completamente con dichos movimientos. Lo suyo era una forma de expresión que se nutría de su propia vivencia personal, influenciada por su profunda conexión con el cuerpo y la sexualidad.
Un arte de resistencia y empoderamiento
En 1964, mientras estudiaba en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, Chordà pintó su primera vagina, una obra que se convertiría en el núcleo de su creación artística. Lejos de lo que convencionalmente se esperaba de la pintura figurativa, sus representaciones del cuerpo femenino, los fluidos corporales y los órganos sexuales se alejaban de la visión sórdida o morbosa, optando por una sensualidad radical. Esta exploración no solo buscaba romper tabúes, sino también reivindicar una sexualidad femenina libre, lejos de los estigmas impuestos por una sociedad patriarcal. A través de estas representaciones, Chordà desafiaba la mirada masculina y ofrecía una representación más auténtica del cuerpo femenino, propio y empoderado.
A lo largo de su carrera, Mari Chordà se ha caracterizado por la creación de espacios de resistencia. En 1968, fundó Lo Llar en Amposta, un centro cultural de activación en el que se realizaron actividades de todo tipo, desde conciertos hasta exposiciones. Ya en Barcelona, en 1977, cofundó laSal, un bar-biblioteca feminista que se convertiría en un punto de encuentro para mujeres que buscaban apoyo mutuo y organizaban colectivamente acciones de resistencia. LaSal no solo fue un lugar de encuentro, sino también la semilla de laSal, ediciones de las mujeres, la primera editorial en España dedicada a la literatura y ensayos escritos por mujeres.
Exploración del cuerpo femenino como acto subversivo
En su obra, Chordà explora el cuerpo femenino no solo desde su visión sexual, sino también desde la maternidad, el placer y la libertad sexual. Para la artista, lo personal siempre fue político, y su trabajo se erige como un testimonio de la lucha por el reconocimiento y la visibilidad de las mujeres en todos los aspectos de la vida. Su activismo fue, y sigue siendo, parte fundamental de su arte, y su obra pictórica no solo refleja su visión personal de la mujer, sino también un compromiso con las luchas sociales y feministas de su tiempo.
Además de su faceta de pintora, Mari Chordà es autora de varios poemarios que exploran temas relacionados con el cuerpo, la maternidad, la identidad sexual y la lucha por la libertad. Libros como ... y muchas otras cosas (1977), Quadern del cos i l’aigua (1978), y Umbilicals (2000), entre otros, son ejemplos de cómo su poesía y su pintura se complementan y se nutren mutuamente. Chordà ha utilizado sus textos como un medio para comunicar lo que no podía expresar a través de la pintura, creando una obra interrelacionada que aborda la complejidad de la experiencia femenina desde diferentes perspectivas.
Mari Chordà: pionera en la reivindicación de la sexualidad femenina
La obra de Mari Chordà también se ha expandido a lo largo de los años, incorporando nuevas formas de expresión. En los años 90, comenzó a explorar esculturas móviles que interactuaban con el espectador, siguiendo el principio de la transformación constante. Estas esculturas, que invitaban a la intervención, simbolizan la capacidad de la mujer para redefinir su propia identidad y sus deseos, tal como lo hacía la pintura de Chordà. A finales de la década de 2000, su trabajo se amplió aún más al mundo marino, incorporando figuras que ella misma denominó "cetáceas", como una referencia a la naturaleza y la vida en el agua.
A lo largo de su carrera, Chordà ha permanecido firme en su lucha por la igualdad de género, por la visibilidad del trabajo de las mujeres y por una sexualidad libre y sin tabúes. A través de su obra, ha cuestionado las normas sociales y ha desafiado las expectativas impuestas a las mujeres. En su exposición Mari Chordà... y muchas otras cosas en el MACBA, se pueden ver una selección de sus obras más representativas, incluyendo pinturas, esculturas, textos literarios y documentos que reflejan la trayectoria de una mujer que ha dedicado su vida a la creación y a la lucha social.
Arte y feminismo unidos en la obra de Chordà
A sus 83 años, Mari Chordà sigue siendo una figura relevante en el panorama cultural y feminista de España. Su trabajo sigue siendo un faro para las nuevas generaciones de artistas y activistas, que encuentran en su obra una fuente de inspiración para seguir luchando por la emancipación de la mujer y por un mundo más justo. Mari Chordà... y muchas otras cosas es, sin duda, una exposición que no solo celebra la vida y el trabajo de esta gran artista, sino que también invita a reflexionar sobre el poder del arte como herramienta de cambio social.
En resumen, Mari Chordà es una artista cuya vida y obra están profundamente marcadas por su compromiso con el feminismo y la lucha por los derechos de las mujeres. Su legado es un ejemplo de cómo el arte puede ser un vehículo de resistencia, subversión y autoafirmación, y su influencia sigue viva en la actualidad, tanto en el mundo del arte como en la lucha social y política.