La última novela de Jorge Díaz, “Tengo en mí todos los sueños del Mundo”, relata las dramáticas vidas de diversos personajes variopintos y dispares que confluyen en un lugar: El gran buque “Príncipe de Asturias” de la naviera Pinillos y un destino: La búsqueda de una nueva vida rumbo a Buenos Aires. La novela basada en un hecho real cuenta las vicisitudes de hombres y mujeres muy poco convencionales durante la Primera Gran Guerra. Un soldado (Giulio) que despechado por su amada (Francesca) abandona el frente y se embarca de polizón en el barco. Una chica menorquina abocada a una boda sin amor con un completo extraño (Nicolau). Sara, joven ucraniana obligada a casarse y a prostituirse con un judío desalmado (Max). Raquel, una pobre cupletista cuya existencia repleta de tintes eróticos y excesos para su época, que entre actuación y desamor suspira por una vida de éxito y confort. Y un Gaspar Medina, cuya afilada y desafiante pluma en “El Noticiero de Madrid” le obliga a abandonar la ciudad con urgencia. Todos ellos y muchos más completan un tapiz extenso de personajes, vidas e historias, que bien podrían constituir una novela en sí mismas, y que nuestro autor aúna con maestría en una pieza única. Jorge Díaz consigue trasladarnos a su interior para sufrir y gozar con ellos, conmoviendo nuestro espíritu. Amor, desamor, ira, venganza, sumisión, coraje, dolor, felicidad y sobre todo, esperanza, fluyen por sus renglones con vigoroso ímpetu. Cabe destacar el magnífico conocimiento de las costumbres judías, tan desconocidas para muchos, y la delicadeza extrema con la que nos invita a descubrir el dolor de sus corazones desgarrados y el mundo frágil y cruel en el que se desenvolvían. Novela para todos los gustos y públicos, que aun no siendo histórica nos traslada hábilmente y como por arte de magia a una época convulsa. Un viaje al pasado que nos ofrece una impecable descripción y crítica de la sociedad de entonces. Un mundo liderado por hombres injustos y por mujeres doblegadas y entregadas a una vida que no les pertenecía. La avaricia y el humo de los cigarrillos de los poderosos flotan por sus páginas. Como crítica diré que el final se me ha quedado corto. Habría dado mucho más juego y sinceramente me habría gustado seguir leyendo. Animo a la lectura de este alegato a la libertad, en especial hacia las mujeres oprimidas de la época. Es increíble cómo hemos cambiado tanto y en tan poco tiempo. Ojalá que todo lo relatado por Jorge hubiera sido sólo fruto de su imaginación, desbordante y deliciosa.
Tengo en mí todos los sueños del mundo
06
de Julio
de
2016
Actualizado
el
21
de octubre
de
2024
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