La pinza rosa o morada en la nariz. El esfuerzo. El deseo de los millones y millones de espectadores que deseaban ver a Carlos Alcaraz en la semifinales del ATP finals de Turín. Por muy poco, por supuesto. Un poquito de suerte y el marcador se habría inclinado hacia el otro lado. Pero la bola de la ruleta del tenis ha caído en el lado negro, y Sverev será probablemente quien dispute con Sinner el partido final.
Puntos alucinantes. Ha luchado fantástico.
En el tenis a veces se gana y a veces se pierde...
Lo que se quiera, podemos decir lo que queramos.
Qué la vida sigue, que el futuro de Alcaraz continúa siendo esplendoroso o que esperamos verle ganar muchos Grand Slam, ojalá a los cuatro del próximo año, pero hoy nos ha tocado morder a todos el polvo con él.
El mito del Palmar y todos sus incondicionales hemos caído -ante un alemán con apellido que suena a ruso- derrotados.
Tigre Tigre