"Lo va a machacar", dice el Oráculo al final del primer set.
Un primer set emocionantísimo y de un nivel estratosférico. Un primer set en el que Carlos Alcaraz tiene que salvar dos bolas de set. Un primer set en el que cualquier cosa podía pasar.
Pocas veces se ven partidos jugados con tanta seriedad. Y menos aún cuando quien juega es Alcaraz, que tiene tendencia a marcharse al interior de su cabeza para explorar ese mundo que, como mínimo, es para él tan grande e importante como el real.
En todo momento el Mito del Palmar es levemente superior, pero no por ello ni baja la guardia ni se permite distraerse y abandonar la seriedad.
Era un partido muy importante para el Señor Charly. Al ganarlo ha conseguido librarse de los últimos ecos de la dolorosa derrota en los Juegos Olímpicos frente a Novak Djokovic.
El tenis, como espectáculo y cuando juegan dos titanes, es un regalo para el espectador, un viaje que sucede más allá de su vida habitual.
No flaquea, no perdona, Carlos Alcaraz. Incluso cuando ya está hecho, cuando ya está aparentemente todo hecho y sólo queda rematar, no se permite a sí mismo desconectar. "Hasta el rabo todo es toro", nos recuerda el viejo refrán. Hasta que acabe. Hasta matar. Sin perdón... Pero en verdad no sin piedad.
No sin piedad. Porque al final Carlos deja que salga Carlitos, ese chaval que es todo alegría y generosidad. Va ganando cinco juegos a cero en el segundo set. Podría -palabra de Tigre Manjatan- haber ganado el sexto. Pero no lo hace. Deja a su colega, y de algún modo también amigo, que al menos se lleve un juego en la manga final. Con piedad. Con clase. Con generosidad.
Magníficos, como prácticamente siempre que hacen pareja, JA Mielgo, el Telépata, y Robert Carretero, el Oráculo. En los partidos de tenis debería aparecer sobreimpresionado el nombre de los comentaristas. Por supuesto todos los que se dedican a ello son profesionales y de gran calidad, pero Carretero y Mielgo, llegan más allá. Lo que queda, y eso es la literatura, es lo que se cuenta, no la historia real.
Les aplaudo, una vez más, y prometo ver esta misma noche el espacio La Pista De Tenis, del que a veces hablan durante las retransmisiones. Confieso no haberlo visto nunca todavía. Pero seguro que me gustará.
Bravo don Carlos don Carlitos don Charlie mito del Palmar señor Alcaraz.
Tigre Tigre