Faltan las palabras. Esto no tenía que pasar, pero ya no hay ningún remedio. Ninguna vuelta atrás. ¿Dónde estaba el héroe, el Mito del Palmar, ese que ha aparecido cuando ha hecho falta en todos los partidos de Wimbledon 2025?
Muy bien, Charlie, se animaba a sí mismo Alcaraz durante el partido contra Rublev o Struff, y también durante los duelo con Taylor Fritz, Norris o Fognini.
Pero ese Alcaraz no estaba en la batalla final. Intentaba aparecer en algunos momentos, pero el propio murciano se lo impedía. Muy mal, Charly, lo estás haciendo mal, muy mal, se decía a sí mismo sin afecto ni piedad.
Pocas veces se ve que Alcaraz no corra tras todas las bolas. En la final de Wimbledon 2025 se ha visto.
Y en verdad lo habría tenido fácil: Sinner durante el primer set estaba aterrorizado, convencido de que -como decía todo el mundo- era imposible vencer a Carlos Alcaraz cuando juega bien. Pero si jugaba mal.... Eso era otra cosa.
Alcaraz sólo se defendía. Y siempre lucha con más ganas quien ataca, el que quiere subir al castillo y quedarse con todo, que quien simplemente defiende.
Charly no estaba, tampoco Carlitos. Sólo un Alcaraz perdido en su propio abismo.
No hay palabras. No vale decir: a veces se gana y a veces se pierde. Esta no era solo una final de Wimbledon, era una final de Wimbledon que podía llegar a ganar por tercera vez consecutiva. Para situarse en semejante situación hay que ganar previamente dos Wimbledon. Es muy posible, sí, que Alcaraz vuelva a ganar dos Wimbledon seguidos... si consigue que el gran Charly no le abandone cuando su presencia mágica se necesita más.
Porque no sólo ha sido que perdiese él, y este es el precio que se paga por tanta fama y tanto éxito, sino que con él han perdido millones y millones de almas que estaban convencidas de que otra vez iban a verlo volver a ganar.
Un trabajo difícil, no para cualquiera: convertirse en la estrella que miran millones y millones de personas confiándole su alegría y su tristeza.
También perdiendo es grande, y es una estrella deslumbrante, el maravilloso chaval del Palmar.
El mundo entero se muere de ganas de volver a verte jugar.
Tigre Tigre