Me ha parecido tan excesiva la paliza que le ha metido el Pecador a Casper Ruud... (como si fuera el fantasma del mismo nombre de aquella película de dibujos americana de mil novecientos noventa y cinco).
6-0 y 6-1.
Sin sudar, sin cansarse, sin inmutarse... Como si fuera un robot, o hubiera encontrado algo parecido a la poción mágica que utilizaban Astérix y Obélix para machacar ellos solos a una legión romana entera.
Esas "pociones", en la época moderna, se supone que son consideradas dopaje, pero indudablemente la ciencia, también la ciencia oscura, siempre está trabajando en busca de novedades. No sería imposible que algún "mago" de la química hubiese dado con la manera de convertir a alguien en superhombre buceando entre las líneas de la zona oscura de las prohibiciones. No sería tan raro....
En Fórmula 1, Adrian Newey es famoso precisamente por eso, porque sabe encontrar entre los intersticios de las normas el modo de convertir los monoplazas que diseña en máquinas invencibles.
Janik Sinner es como un Red Bull de hace dos años, o como un Mercedes de hace seis; si se me permite jugar al paralelo con la Fórmula 1, que es el único deporte, junto al tenis, sobre el que normalmente escribo.
Antes de que le sancionaran por dopaje, Sinner parecía más bien frágil: demasiado larguirucho y poco atlético; él mismo se quejaba de su falta de resistencia física. Pero ahora.....
Intuyo que en el deporte de alto nivel y con cantidades de dinero tan demenciales en juego todo el mundo debe hacer lo que puede para estar a la altura de las circunstancias; y la verdad es que ni siquiera juzgo. Este artículo no es informativo, sino una opinión, un comentario.
Parece un robot, o un tipo dopado, el maravilloso Jannik Sinner. O a mí me lo parece.
Si llegan ambos a la final, y Sinner probablemente llega seguro, será interesante ver si Carlos Alcaraz es capaz de hacer morder el polvo a semejante monstruo.
Añado que me encantaría saber qué es lo que opinan a este respecto el Oráculo y el Telépata, pero naturalmente por la televisión ninguno podría decirlo.
Que siga el espectáculo.
Tigre Tigre