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Derrota histórica de Ana Patricia Botín

Los trabajadores de Banco Santander han conseguido que la entidad pague la subida salarial del 4,5% que en un principio negó, siendo el único banco que se negó a acatar lo acordado entre la Asociación Española de Banca y los representantes de los trabajadores

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
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análisis

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«¡Tin, tin, tin, que pague la Botín!». Este era uno de los lemas coreados por los trabajadores de Banco Santander que el pasado 23 de enero se concentraron ante la sede de Banco Santander España en Madrid.

En dicho acto de protesta, convocado por UGT, estuvo presente el secretario general del sindicato, Pepe Álvarez, quien no dudó en afirmar que «Banco Santander encarna la posición más dura, más reaccionaria, del empresariado español contra el reparto de los beneficios de la riqueza que se está generando en nuestro país. Sé que es una reivindicación de los trabajadores del banco, pero también nos ayuda a poner de manifiesto hasta qué punto la patronal española está manteniendo una posición usurera, una posición de no repartir la riqueza que se está generando en nuestro país […] después de estos años de insolidaridad, de no repercutir hacia los trabajadores y las trabajadoras del sector, ni hacia los ciudadanos y las ciudadanas, esa generosidad que ha tenido el país con ellos, hay un banco, el Santander que, con un acuerdo sindical de aumento de salarios, es el único del sector financiero que, además, en vez de repercutirlo a los trabajadores y trabajadoras, lo que hacen es impedir que eso llegue absorbiendo ese aumento salarial que tenían que tener. Por eso creo que hay que denunciarlos».

A lo largo del mes de enero, el otro sindicato mayoritario, CCOO, inició un conflicto laboral con concentraciones en diferentes puntos de país porque «ante situaciones extraordinarias como la que nos encontramos, se deben tomar decisiones también extraordinarias. Por ello, CCOO nos hemos dirigido en diversas ocasiones a la Alta Dirección de la empresa e, incluso, a la presidenta, reclamando que se rectifique y que el incremento salarial sea real para toda la plantilla cumpliendo así con el objetivo de la apertura del Convenio: paliar la devaluación salarial y la pérdida de poder adquisitivo. Ante el inmovilismo de la posición de Banco Santander, CCOO salimos a la calle para mostrar una vez más nuestro rechazo a la medida que ha tomado la empresa y para denunciar públicamente el trato injusto que estamos recibiendo la plantilla».

Hasta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue informado por Pepe Álvarez de la situación en la que se encontraban los trabajadores del Santander. A pesar de todo esto, el banco no cedía…, hasta ayer, día en que se presentaron los resultados anuales con unos beneficios atribuidos de 9.605 millones de euros en 2022.

La presión de los trabajadores, sobre todo tras conocerse estos resultados, iba a ir creciendo hasta llegar, incluso, a que el conflicto pasara de las concentraciones a una movilización más activa. Esa presión, esa fuerza de los trabajadores, consiguió derrotar ayer a Ana Patricia Botín, una derrota histórica porque la presidenta del Santander no está acostumbrada a ello.

Botín ha afirmado que esta decisión se ha tomado tras conocerse los últimos datos de inflación y que la subida del 4,5% se aplicará al salario, no a los complementos. Este anuncio no es un reconocimiento de un error, ni viene propiciado por el índice de precios al consumo, es una victoria de los trabajadores contra una entidad financiera que presume y hace mucho marketing sobre condiciones laborales pero que, llegado el momento de soltar el dinero, siempre incurre en modificaciones unilaterales o en cambios de estrategias que impactan de manera negativa en los empleados.

Banco Santander y su presidenta parecen no entender que los resultados que tan a bombo y platillo se presentaron en el día de ayer sólo son posibles por el trabajo que realizan todos y cada uno de los empleados de la entidad. Ana Patricia Botín es incapaz de conseguir esos beneficios con su trabajo. Necesita de sus trabajadores y para que los resultados sean mejores no sirve con políticas de presión constante, como las que denuncian los empleados del Santander, sino que es necesario generar un bienestar y entornos de trabajo saludables, sin mandos intermedios tóxicos.

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