Banco Santander, récord de beneficios a costa las condiciones laborales de sus trabajadores

Mientras supera los 12.000 millones de beneficio atribuido en 2024, la entidad cántabra sigue teniendo graves problemas en la gestión de su plantilla, con un conflicto constante con sus trabajadores

06 de Febrero de 2025
Actualizado el 07 de febrero
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Botin Banco Santander Resultados
Ana Patricia Botín, presidenta de Banco Santander

Banco Santander anunció ayer que obtuvo un beneficio atribuido de 12.574 millones de euros en 2024, un 14% más que en 2023, «gracias al fuerte crecimiento de los ingresos en todos los negocios globales y regiones, y a que el número de clientes aumentó en ocho millones, hasta 173 millones, lo que le llevó a conseguir un récord de beneficios por tercer año consecutivo. Además, el grupo mantuvo un buen control de los costes, con la mejor ratio de eficiencia en 15 años», afirmó la entidad en su comunicado de prensa.

Según declaró su presidenta, Ana Patricia Botín, «hemos logrado resultados récord por tercer año consecutivo con crecimiento de los ingresos, de la rentabilidad y de la retribución al accionista. En 2024, los ingresos aumentaron un 8%, con ocho millones de nuevos clientes; el retorno sobre el capital tangible mejoró hasta el 16,3%, y el dividendo en efectivo por acción pagado durante el año aumentó un 39%».

Todo parece bucólico en Banco Santander. Sin embargo, los verdaderos responsables de que se hayan conseguido esas cifras de beneficio, es decir, sus trabajadores, se encuentran en un conflicto constante por las condiciones que sufre la plantilla.

Las condiciones laborales en Banco Santander dan miedo. La presión y los objetivos imposibles que se exige a la plantilla provocan graves consecuencias en la salud y el bienestar de los trabajadores. Así lo denuncian, una y otra vez, las organizaciones sindicales que defienden los derechos laborales reconocidos por la Constitución y por el Estatuto de los Trabajadores cuya supuesta violación se bordea cada día en los centros de trabajo del Santander.

En las dos semanas previas a la presentación de estos resultados, los representantes legales de los trabajadores han denunciado nuevas cuestiones que demuestran que el ambiente laboral de Banco Santander puede ser calificado como «tóxico».

La plantilla de la entidad cántabra comenzó el año con un grado de desmotivación crítico porque ha descubierto que gran parte de los empleados, sobre todo en la red comercial, no recibirán incentivos. El problema está en el sistema impuesto por el Santander de Logro Medio Ponderado (LMP) que, según denuncian los trabajadores, es injusto, complicado y dependiente de factores fuera de su control.

Por un lado, el banco impone penalizaciones por factores externos. Por ejemplo, según denuncia UGT en una circular interna, las cancelaciones de hipotecas, que pueden producirse por la venta anticipada de los inmuebles por parte de los clientes, pueden anular los resultados de un trimestre completo y, en consecuencia, los trabajadores se quedan sin incentivos.

Además, se producen cambios y «ajustes contables de última hora, como cambios en dudosidad o seguros, desvirtúan los datos de seguimiento diario y penalizan sin previo aviso». A esto hay que añadir variables incontrolables por los trabajadores como problemas operativos (cajeros fuera de servicio, reducción de plantilla) afectan directamente al NPS (indicador de satisfacción) y perjudican los resultados de los empleados. En consecuencia, minimizan o anulan la parte variable de su salario.

Todo esto se produce, además, con una absoluta falta de transparencia por parte del Santander. El sistema es tan complejo que los empleados necesitan dedicar tiempo extra al seguimiento y cálculo diario. Al final, las cifras finales no cuadran con el esfuerzo invertido.

Los resultados anuales, con más de 12.000 millones de beneficio atribuido, se logran gracias al trabajo de la plantilla. No obstante, los trabajadores denuncian un reconocimiento insuficiente por su desempeño, además de un sistema de evaluación absolutamente opaco.

«Cuando tu supervisor o manager directo te ha evaluado llega un organismo superior, un comité, y te baja de forma impactante el resultado. ¿Por qué y para qué? Podríamos contestarnos de muchas formas esta pregunta, pero la única realidad es que nadie tiene una respuesta certera. ¿Quién calibra?, ¿qué parámetros se utilizan en la calibración?, ¿cómo personas que no trabajan directamente contigo pueden decidir si es correcta o no tu forma de desempeñar tu puesto de trabajo?, ¿te explican cada uno de los motivos y determinantes que han tenido en cuenta para calibrar?», denuncian y se preguntan desde UGT.

En Banco Santander, la práctica totalidad de los trabajadores han encontrado que la calibración ha supuesto una bajada en la nota global de valoración de su desempeño y, evidentemente, eso también impacta negativamente en su trabajo y su salario variable. Los empleados señalan que, aunque esto pueda ser la tónica  general «no queremos dejar de hacer constar que no es tanto esta sensación de falta de equilibrio, que también, sino el desconocimiento absoluto de los evaluados de los criterios, referencias, patrones o variables que se han utilizado para ello».

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