El mes de abril ha marcado un hito en el mercado laboral español con una caída del paro que ha dejado el número total de desempleados en 2,51 millones, la cifra más baja desde 2008. El descenso de 67.420 parados en relación con el mes anterior, equivalente a una disminución del 2,6%, refleja una tendencia positiva que no se veía desde hace casi dos décadas. Pero, ¿hasta qué punto esta mejora es sostenible y no solo un efecto estacional?

El paro sigue su curso descendente, pero los datos no son del todo homogéneos
En términos anuales, el paro ha experimentado una disminución acumulada de casi 154.000 personas, lo que equivale a una reducción de un 5,8%. En términos desestacionalizados, incluso los datos reflejan una ligera caída del desempleo, pero lo que resalta es el fuerte descenso en el colectivo juvenil. En abril, los jóvenes menores de 25 años registraron una disminución del paro del 10,2%, lo que supone la mayor caída en este grupo en 24 años.
Los sectores clave para la caída del desempleo: ¿realmente sostenibles?
El sector que ha impulsado en gran medida la reducción del paro ha sido, una vez más, el sector servicios. Con una caída de 49.660 desempleados en este ámbito, los efectos estacionales de la Semana Santa parecen ser determinantes. La hostelería, por ejemplo, ha registrado 108.513 nuevas afiliaciones, prácticamente la mitad del total de los nuevos empleos creados en abril. Si bien esta cifra es impresionante, surge la pregunta de si este crecimiento puede sostenerse a largo plazo o si se trata simplemente de una recuperación transitoria de las vacaciones de primavera.

La reducción del desempleo también se ha reflejado en la construcción (-2%), la agricultura (-3,9%) y la industria (-1,5%), pero en menor medida. Lo cierto es que, a pesar de los avances, la tendencia sigue siendo muy dependiente de sectores estacionales, lo que plantea la duda sobre si el mercado laboral español está experimentando un cambio estructural real o si simplemente estamos ante un fenómeno cíclico.
¿Una recuperación para todos? El paro sigue afectando más a las mujeres
El desempleo ha descendido en ambos sexos, pero la caída ha sido mucho más pronunciada entre las mujeres. En concreto, 38.291 mujeres salieron de las listas de desempleo en abril, frente a 29.129 hombres. Este es un dato positivo, ya que contribuye a reducir la brecha de género en el desempleo, pero aún queda un largo camino por recorrer. A pesar de esta mejora, el total de mujeres desempleadas sigue siendo de 1,5 millones, una cifra que, aunque ha bajado, sigue siendo elevada.

La afiliación a la Seguridad Social alcanza un récord histórico
Otro dato que ha marcado abril es la evolución positiva en el número de afiliados a la Seguridad Social. Con un incremento de 230.993 afiliados en relación con marzo, España alcanzó un nuevo récord histórico de 21,5 millones de trabajadores cotizantes. Este dato refleja la tendencia de recuperación en términos de empleo, aunque nuevamente, muchos de estos empleos corresponden a sectores estacionales.

El aumento en la afiliación también ha sido relevante en el ámbito de los autónomos, con un incremento de 12.950 nuevos inscritos en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos). Sin embargo, el dato destaca por la concentración de nuevos empleos en las actividades más dependientes del turismo y la estacionalidad, lo que refuerza la idea de que la estabilidad en el empleo sigue siendo una asignatura pendiente en España.

Menos paro, pero ¿más calidad en el empleo?
Aunque la caída del paro es un dato positivo, el mercado laboral español sigue arrastrando problemas estructurales. En abril, el número de contratos indefinidos representó el 44,5% de la contratación total, lo que refleja un ligero aumento en comparación con años anteriores, pero todavía lejos de ser una proporción mayoritaria. Por su parte, los contratos temporales continúan representando la mayor parte de la contratación, alcanzando el 55,5% del total.

Además, el gasto en prestaciones por desempleo también ha aumentado, alcanzando los 2.085 millones de euros en marzo, un 7,3% más que en 2024. Esto indica que, aunque el número de desempleados disminuye, aún persisten las dificultades para garantizar una estabilidad económica real a largo plazo para quienes permanecen en paro.
La mejora es generalizada, pero desigual
Aunque todos los sectores y comunidades autónomas han experimentado una caída en el paro, las regiones más turísticas han liderado la mejora. Baleares, por ejemplo, ha registrado la mayor subida en afiliados, con 62.884 nuevos empleos, seguida por Andalucía (53.980) y Cataluña (37.403). Sin embargo, otras regiones, como La Rioja o Navarra, han experimentado incrementos mínimos en la creación de empleo.

Este patrón refleja una vez más la dependencia del mercado laboral español de sectores estacionales y de alto contenido turístico. Las regiones que no dependen tanto del turismo o de actividades estacionales siguen enfrentándose a una recuperación más lenta, lo que subraya la desigualdad que persiste en el mercado laboral.
Un panorama positivo
La disminución del paro en abril es, sin duda, una excelente noticia para el mercado laboral español. Sin embargo, la dependencia de sectores estacionales y la falta de estabilidad en los contratos a largo plazo siguen siendo cuestiones que deben abordarse. A pesar de los avances, España necesita una transformación más profunda para garantizar empleos de calidad y sostenibles en el tiempo.