El Banco Central Europeo (BCE), liderado por Christine Lagarde, está próximo a tomar una decisión que afectará a hipotecados y ahorradores. En su próxima reunión en Fráncfort, se espera que el BCE mantenga los tipos de interés en un 4,5%. Esta decisión se alinea con la política del BCE de evitar sorpresas en el mercado y su inclinación a no reducir los tipos hasta la segunda mitad del año.
Esta postura del BCE, orientada a mantener la inflación de la eurozona en torno al 2% para 2025, ha motivado a los bancos españoles a anticiparse a futuras bajadas de los tipos de interés, ofreciendo hipotecas más económicas. Algunas entidades han realizado recortes significativos en los intereses de sus hipotecas fijas. Al mismo tiempo, otras entidades han ajustado las condiciones de las hipotecas mixtas y variables, buscando atraer nuevos clientes en un entorno competitivo.
Por otro lado, con el inicio del descenso del euríbor, aquellos con hipotecas a tipo variable pueden esperar una disminución en sus cuotas. A pesar de que este descenso será gradual, es un alivio para muchos después de las subidas experimentadas en 2023.
El panorama para los depósitos es menos favorable
En contraste, el panorama para los depósitos es menos favorable. La tendencia descendente de los tipos de interés ha llevado a una disminución en la rentabilidad de los depósitos. Sin embargo, todavía hay opciones atractivas disponibles.
La economista también destaca la diferencia entre las cuentas remuneradas y los depósitos a plazo fijo en términos de estabilidad de la rentabilidad. Mientras que las cuentas remuneradas pueden ajustar sus tasas, los depósitos mantienen un rendimiento fijo durante su plazo.
El escenario financiero actual está marcado por un cambio de ciclo económico, con implicaciones significativas tanto para el mercado hipotecario como para el de depósitos.