En abril de 2024, la inflación en España experimentó un leve repunte, alcanzando el 3,3%, marcando una subida de una décima respecto al mes anterior, según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este aumento se atribuye principalmente al encarecimiento de los carburantes, una tendencia que contrasta con la moderación observada en la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de la energía y los alimentos frescos, y que descendió hasta el 2,9%.
Los carburantes son los que más suben
El análisis de Funcas destaca que los carburantes, como la gasolina y el diésel, han visto aumentos continuos, impulsados en gran medida por los recortes de producción de la OPEP y la escalada de tensiones entre Irán e Israel. Estos factores han llevado el precio medio de la gasolina a nuevos máximos anuales, con un litro alcanzando los 1,68 euros, el nivel más alto desde octubre del año anterior. Este incremento se refleja en comparación con la eurozona, donde el precio promedio de la gasolina es de 1,86 euros por litro, evidenciando una diferencia significativa que beneficia a los consumidores españoles, en parte, gracias a tasas impositivas más bajas.
El mercado eléctrico y la inflación
Por otro lado, el mercado eléctrico muestra una tendencia opuesta, con una reducción notable en los precios de la luz, anticipándose que abril sea el mes más económico en la historia del mercado eléctrico español. Esta caída en los precios se debe al retorno del IVA al 21%, tras las reducciones temporales implementadas durante la crisis energética. Sin embargo, este beneficio no se extiende uniformemente, ya que los consumidores en el mercado libre, con contratos fijos, no disfrutan de las fluctuaciones del precio mayorista y enfrentan aumentos en sus facturas debido al incremento del IVA.
A pesar del modesto aumento en la inflación de abril, es importante notar que la tasa es considerablemente más baja que el 4,1% registrado el mismo mes del año anterior. Este efecto base, que refleja las altas tasas inflacionarias ocasionadas inicialmente por la guerra de Ucrania, está comenzando a disiparse. Funcas advierte que, aunque este sesgo estadístico se está agotando, los próximos meses podrían ver aumentos interanuales en los precios, aunque no necesariamente afectarán la inflación subyacente.
Recorte de los tipos de interés en Europa
Mirando hacia el futuro, los mercados financieros y economistas anticipan un posible recorte de tipos por parte del Banco Central Europeo en junio, lo que marcaría la primera reducción de los costes de endeudamiento por una autoridad monetaria en las economías desarrolladas desde el inicio de la recuperación económica post-pandemia. Esta medida estaría motivada por la desaceleración de la inflación y el crecimiento económico aún débil en la Unión Europea. El Fondo Monetario Internacional ya ha ajustado sus previsiones de crecimiento para la zona euro en 2024, de un 0,9% a un 0,8%, reflejando la necesidad de nuevas fuentes de dinamismo para contrarrestar la prolongada debilidad económica.
Este panorama económico en España refleja un equilibrio delicado entre factores internos, como la política fiscal y monetaria, y dinámicas externas, incluyendo tensiones geopolíticas y políticas de producción global de energía, que continúan modelando las perspectivas inflacionarias y de crecimiento para el país y la región.