Los ERTE han provocado un efecto positivo en las empresas españolas, sobre todo en las pymes y en los autónomos con trabajadores a cargo. Esto ha quedado demostrado en los datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de un estudio experimental en el que se constata que, de las empresas activas a 1 de abril de 2020, lograron sobrevivir un 98,7% de las que se acogieron a los ERTE en el primer trimestre, frente a las que no se acogieron a esta medida. Las que, a 1 de julio de 2020, el porcentaje es prácticamente igual: 97,7% frente al 94,6%.
El número de asalariados es otro factor determinante de supervivencia. Según se puede ver en la siguiente tabla se observa una alta correlación entre el número de asalariados y la probabilidad de supervivencia. Así, las empresas con menos de seis asalariados tienen los indicadores más bajos (85,3% al primer trimestre, 81,6% al segundo y 78,5% al tercer trimestre). Por el contrario, las empresas con más de 250 asalariados presentan tasas de supervivencia cercanas al 99% al cabo del tercer trimestre de seguimiento.
Por comunidades autónomas se observa que la incidencia de la pandemia no fue homogénea para los diferentes territorios. Los más afectados, al presentar las peores tasas netas de crecimiento de empresas, fueron Andalucía (–11,8%), Extremadura (–10,1%) y Canarias (–9,4%). En sentido contrario, Illes Balears (–2,3%), País Vasco (–3,6%) y la Ciudad Autónoma de Ceuta (–3,8%) fueron los menos afectados al registrar las tasas netas menos negativas.