El año 2024 pasará a la historia como uno de los más destacados para el empleo en España. Con una creación de 501.952 puestos de trabajo y una cifra récord de 21.337.962 afiliados a la Seguridad Social, el país ha demostrado una notable recuperación económica. Además, el paro registrado descendió hasta los 2.560.718 desempleados, alcanzando niveles previos a la crisis de 2007. Estos datos reflejan el impacto positivo de las políticas laborales y económicas implementadas en los últimos años.
Un mercado laboral dinámico
Mes tras mes, 2024 confirmó su tendencia positiva. Por primera vez, en abril, España superó la barrera de los 21 millones de cotizantes, una cifra que se ha mantenido estable desde entonces. Este crecimiento, aunque ligeramente inferior al de 2023, demuestra la fortaleza del mercado laboral, especialmente en sectores como comercio, hostelería, transporte y sanidad. Entre estos, destacan los 107.778 empleos generados en comercio y hostelería, seguidos por 61.170 en actividades sanitarias y servicios sociales.
Por el contrario, las empleadas del hogar continúan enfrentando dificultades, siendo el único sector con una pérdida significativa de 18.159 trabajadoras. A pesar de ello, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) sumó 42.396 nuevos inscritos, alcanzando el récord histórico de 3.386.765 autónomos.
La calidad del empleo, una asignatura pendiente
Desde la reforma laboral de 2022, se ha avanzado en la estabilización del empleo. El número de contratos indefinidos ha aumentado significativamente, con cerca de 14,7 millones registrados en 2024. Sin embargo, la temporalidad sigue siendo un reto, con seis de cada diez nuevos contratos clasificados como temporales.
Otro aspecto a considerar es la pérdida de afiliados durante los días previos a festivos o al cierre de mes. En diciembre, fechas como el 23 y el 30 registraron bajas masivas de casi 50.000 personas diarias, una práctica que refleja la persistencia de irregularidades en la contratación laboral.
Mujeres y jóvenes impulsan el empleo
El empleo femenino alcanzó un hito importante en 2024, con más de 10,1 millones de mujeres afiliadas, representando el 47,4% del total. Este crecimiento del 2,8% respecto al año anterior refleja el impacto de las políticas de igualdad laboral.
Por su parte, los jóvenes también han encontrado más oportunidades: el paro juvenil alcanzó su nivel más bajo desde 1996, con solo 185.801 desempleados menores de 25 años. Este grupo ha experimentado un aumento del 20,5% en afiliaciones desde la implementación de la reforma laboral, duplicando el ritmo de crecimiento general.
Crecimiento desigual entre regiones y sectores
Madrid, Andalucía y Cataluña lideran el crecimiento regional de afiliados con incrementos de 114.779, 93.770 y 81.016, respectivamente. En contraste, regiones más pequeñas y sectores como la construcción o la industria han mostrado un menor dinamismo.
En términos interanuales, las actividades de mayor valor añadido como las profesionales científicas y técnicas y las de información y comunicación han registrado un crecimiento del 4%, superior al promedio nacional del 2,7%. Este cambio apunta a una diversificación económica que beneficia a empleos de alta cualificación.
Comparativa internacional: España destaca
En el contexto europeo, España se ha consolidado como una de las economías con mayor dinamismo laboral. Desde 2021, el empleo en el país ha crecido un 8,1%, superando a economías como Italia (+5,5%), Francia (+2,3%) y Alemania (+1,7%). Este ritmo sostenido evidencia la efectividad de las reformas estructurales y el impulso del sector servicios.
El reto de la sostenibilidad del sistema de pensiones
El aumento de cotizantes también ha reforzado la sostenibilidad del sistema de pensiones, con una ratio de 2,44 cotizantes por pensionista. Este dato, que no se veía desde antes de la crisis de 2008, garantiza un soporte sólido para el futuro del sistema.
Conclusión: un año para recordar
Los datos de 2024 confirman que el mercado laboral español está en su mejor momento desde hace más de una década. Con casi medio millón de nuevos empleos, un paro registrado en mínimos históricos y un incremento en la calidad del empleo, España afronta 2025 con optimismo. Sin embargo, persisten retos como la reducción de la temporalidad y la mejora de sectores menos dinámicos. La consolidación de estas tendencias será clave para mantener el progreso alcanzado.