España, un símbolo de estabilidad económica, según la OCDE

El informe destaca las buenas perspectivas económicas pero llama a la prudencia fiscal y laboral

06 de Diciembre de 2024
Actualizado el 09 de diciembre
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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha publicado su informe anual sobre las perspectivas económicas globales, en el que España emerge como una de las economías con mejor desempeño dentro de las grandes potencias europeas. El organismo internacional prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) de España crecerá un 3% en 2024, superando con creces la media de la eurozona, que apenas alcanzará un 0,8%. Este sólido crecimiento se atribuye a varios factores, como una inflación moderada, el dinamismo del mercado laboral y la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

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Un crecimiento destacado frente a la eurozona

Las proyecciones de la OCDE sitúan a España como un motor de crecimiento en la región, mientras que economías como Alemania e Italia muestran signos de estancamiento. En contraste, España no solo supera las cifras de sus vecinos europeos, sino que también se coloca como una referencia en estabilidad económica. Según el informe, el consumo privado será un pilar fundamental del crecimiento, impulsado por el aumento de los ingresos reales, el ahorro acumulado por los hogares y la fortaleza del empleo.

Además, la inversión está recuperándose gracias a los menores costes de financiación tras las recientes políticas monetarias del Banco Central Europeo y al respaldo de los fondos europeos. Estos factores, junto con un sector turístico robusto y una menor dependencia energética de las importaciones, consolidan el papel de España como líder económico regional.

Inflación bajo control: un alivio para las familias

La moderación de la inflación, que la OCDE estima en un 2,8% para 2024 y un 2,1% para 2025, ha sido clave para aliviar la presión sobre los hogares españoles. Este descenso en los precios, particularmente en energía y alimentos, ha permitido que el poder adquisitivo de las familias mejore, lo que, a su vez, estimula el consumo interno. Según el informe, esta dinámica también se refleja en la tasa de paro, que caerá al 11,5% en 2024 y al 10,9% en 2025, un logro significativo para una economía que históricamente ha enfrentado altos niveles de desempleo.

Desafíos en el horizonte: consolidación fiscal y reformas

Aunque las previsiones son optimistas, la OCDE advierte sobre la importancia de mantener una consolidación fiscal rigurosa. El organismo prevé que el déficit público de España se reducirá al 3% del PIB en 2024 y al 2,5% en 2025, en línea con las nuevas reglas fiscales europeas. Sin embargo, alcanzar estos objetivos requerirá una gestión eficiente del gasto público y posibles reformas tributarias.

En este sentido, el informe sugiere ampliar la base impositiva del IVA y aumentar los impuestos medioambientales. Aunque estas recomendaciones buscan fortalecer los ingresos fiscales, han generado preocupación por su posible impacto en los sectores más vulnerables. Expertos económicos y sindicatos han advertido sobre el riesgo de gravar bienes de primera necesidad, lo que podría afectar negativamente a las familias de menores ingresos.

Educación y empleo: un enfoque necesario

Otro punto destacado del informe es la necesidad de alinear la formación educativa con las demandas del mercado laboral. A pesar de la mejora en las cifras de empleo, España sigue enfrentando desafíos estructurales, como el alto porcentaje de trabajadores sobrecualificados y las dificultades para cubrir vacantes en sectores clave. La OCDE insta a una mayor inversión en formación profesional y a fomentar políticas que incentiven la participación de jóvenes y mujeres en el mercado laboral.

La incertidumbre global como factor de riesgo

El informe también señala riesgos externos que podrían afectar la economía española, como el aumento de las tensiones geopolíticas y la ralentización de las principales economías globales. En particular, la dependencia del turismo y las exportaciones podría verse afectada si las condiciones internacionales empeoran. Además, la implementación del Plan de Recuperación europeo sigue siendo un desafío crucial para garantizar el acceso a los fondos necesarios para impulsar proyectos estratégicos.

Un futuro prometedor, pero con cautela

En resumen, la OCDE avala el buen desempeño de la economía española, pero enfatiza la necesidad de abordar los desafíos fiscales y laborales con prudencia. España tiene una oportunidad única para consolidar su posición como líder en crecimiento económico en Europa, siempre y cuando se adopten políticas equilibradas que prioricen la equidad social y la sostenibilidad a largo plazo.

Estas perspectivas optimistas refuerzan la confianza en el modelo económico español, aunque también dejan claro que el camino hacia una recuperación completa requiere decisiones estratégicas y consensuadas.

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