El Índice de Precios de Consumo (IPC) rompe su tendencia alcista y baja siete décimas en marzo, gracias al abaratamiento de la electricidad y los carburantes. La inflación subyacente también se modera y alcanza niveles no vistos desde noviembre de 2021.
La inflación en España ha dado un giro inesperado en marzo. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este viernes que el IPC cayó hasta el 2,3% interanual, lo que supone un descenso de siete décimas respecto al mes anterior y la primera bajada tras cinco meses consecutivos al alza. Se trata del nivel más bajo desde octubre de 2024, cuando la tasa se situó en el 1,8%.
Este retroceso se debe, principalmente, al abaratamiento de la energía, un factor que ha tenido un impacto directo en el comportamiento de los precios. La caída del coste de la electricidad, propiciada en parte por las intensas lluvias registradas durante el mes, así como la reducción en los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales, han sido claves en esta evolución.
Además, el grupo de ocio y cultura ha contribuido a este alivio inflacionario. Su tasa anual cayó 1,7 puntos, hasta el -0,3%, debido a que las subidas de los precios de los paquetes turísticos fueron menos pronunciadas que en el mismo mes del año anterior.
Por comunidades autónomas, el IPC ha registrado tasas anuales positivas en todo el país, aunque con diferencias significativas. Las Islas Baleares presentaron la tasa más alta, con un 2,9%, mientras que la Región de Murcia y Canarias compartieron el registro más bajo, ambas con un 1,6%.
También el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), que permite comparaciones a nivel europeo, mostró una caída paralela de siete décimas, situándose en el 2,2% interanual, aunque en términos mensuales repuntó un 0,7%.
Especial atención merece la evolución de la inflación subyacente, que excluye los productos más volátiles como los alimentos no elaborados y la energía. Esta se ha moderado en marzo hasta el 2%, una cifra que no se alcanzaba desde noviembre de 2021, cuando se situó en el 1,7%.
Desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa han valorado positivamente estos datos. En un contexto de “elevada incertidumbre internacional”, marcado por las consecuencias de los aranceles impulsados por el presidente estadounidense Donald Trump, el Ejecutivo ha subrayado que España se mantiene como la gran economía que más crece en la zona euro. Además, ha destacado que este crecimiento es compatible con la moderación de los precios y con un aumento del poder adquisitivo de los ciudadanos.