La inflación da un respiro y se sitúa en el 2%

Una bajada de los tipos de interés y ajustes en el mercado inmobiliario son claves para garantizar el bienestar económico

13 de Junio de 2025
Actualizado a las 11:25h
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Para el conjunto de la zona euro, las nuevas proyecciones de inflación de la OCDE contemplan una subida de precios en general del 2,2% en 2025. Foto: Pexels/Kampus Production
Para el conjunto de la zona euro, las nuevas proyecciones de inflación de la OCDE contemplan una subida de precios en general del 2,2% en 2025. Foto: Pexels/Kampus Production

La evolución de la inflación en España refleja una moderación que se celebra, pero también debe alertarnos sobre los retos aún presentes en nuestra economía. En mayo, el índice de precios de consumo (IPC) se situó en un 2%, el objetivo marcado por el Banco Central Europeo (BCE), lo que marca un leve descenso respecto al mes anterior. Sin embargo, la pregunta que debemos hacernos es: ¿es esta reducción suficiente para garantizar el bienestar económico de la mayoría de los ciudadanos?

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La inflación en descenso, pero el poder adquisitivo sigue amenazado

Los datos del IPC reflejan un moderado descenso de los precios, especialmente en sectores clave como los paquetes turísticos, que han experimentado una caída importante en comparación con el año pasado. También es destacable el comportamiento de la electricidad, cuya subida ha sido menos pronunciada que la del mismo mes de 2024. Estos descensos contribuyen a que la tasa anual de inflación se sitúe en ese deseado 2%.

No obstante, al observar la inflación subyacente, que excluye alimentos frescos y productos energéticos, la cifra es algo más alta, situada en el 2,2%. Esto señala que, aunque hay un enfriamiento en ciertos productos, las presiones inflacionarias aún persisten. A largo plazo, la moderación de los precios debe acompañarse de políticas que refuercen la capacidad de compra de los ciudadanos, especialmente en lo que respecta a productos básicos y servicios.

El desafío de la vivienda y la presión salarial

Una de las problemáticas más graves y recurrentes en el panorama económico español es la escalada del precio de la vivienda. En el primer trimestre de este año, el precio de la compraventa de viviendas aumentó un 12,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que marca un retorno a niveles previos a la crisis de 2008. Esta tendencia genera una alarmante barrera para la accesibilidad de la vivienda, especialmente en grandes ciudades y zonas metropolitanas.

Ante esta situación, el poder adquisitivo de los trabajadores no puede depender únicamente de una leve moderación de los precios. Es imperativo que las políticas públicas actúen sobre los precios de la vivienda, pero también sobre los salarios. Aunque las negociaciones laborales han permitido un incremento salarial del 3,35% hasta mayo, que es superior a la inflación registrada en el mismo periodo, estos aumentos no compensan la pérdida de poder adquisitivo acumulada desde 2007.

Una bajada de tipos de interés: una medida necesaria

Frente a la moderación de los precios, el BCE se enfrenta al reto de decidir si se produce una nueva bajada de los tipos de interés. En este sentido, la política monetaria debe responder a la evolución de la economía, y un paso hacia la reducción de los tipos de interés podría ser beneficioso para estimular la inversión y la actividad económica. Sin embargo, esto debe ir acompañado de un enfoque integral que no se limite solo a la reducción de los precios.

La incertidumbre global, marcada por los aranceles impuestos por la administración Trump y la inestabilidad geopolítica, también incide en la economía europea y española. A pesar de este panorama incierto, la moderación de la inflación debe ser aprovechada para impulsar nuevas políticas que fortalezcan el empleo, la negociación colectiva y, sobre todo, que aborden las necesidades de acceso a bienes y servicios básicos, como la vivienda.

Hay que apoyar a los desfavorecidos 

Aunque la moderación de los precios es una noticia positiva, no podemos perder de vista que existen aún sectores de la economía donde la subida de precios sigue afectando gravemente a los ciudadanos, especialmente a los más vulnerables. La inflación puede haberse reducido, pero la lucha por un mayor poder adquisitivo y el acceso a una vivienda asequible sigue siendo la gran asignatura pendiente de nuestras políticas económicas. La nueva bajada de los tipos de interés, sumada a medidas eficaces en el mercado de la vivienda y un refuerzo en las subidas salariales, son claves para asegurar un futuro económico más equitativo para todos los ciudadanos.

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