El índice de precios de los alimentos registró una baja importante en julio, liderado por el descenso en los mercados mundiales de los principales cereales y aceites vegetales, informó este viernes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), responsable de elaborar ese referente global.
La FAO precisó que el indicador disminuyó un 8,6% con respecto a junio, para ubicarse en 140,9 puntos. El retroceso marcó la quinta caída mensual consecutiva desde que alcanzó máximos históricos a principios de año.
No obstante los precios de los productos alimenticios básicos todavía es un 13,1% superior al de julio de 2021.
La incertidumbre persiste
Según el economista jefe de la FAO, el descenso de los precios de la comida es positivo, especialmente después del encarecimiento observado, que afectó principalmente a las familias más pobres en todos los países.
“Sin embargo persisten muchas incertidumbres, incluidos los altos precios de los fertilizantes, que pueden afectar las perspectivas de producción futura y los medios de subsistencia de los agricultores”, explicó Máximo Torero.
Además, el economista citó las proyecciones económicas globales sombrías y las fluctuaciones de las divisas como amenazas a la seguridad alimentaria.
Uno de los productos que permitieron la disminución del índice fue el aceite vegetal, cuyo precio retrocedió un 19,2% de junio a julio, para llegar a su marca mínima en diez meses.
La FAO señaló que las cotizaciones internacionales para todos los tipos de aceite cayeron, con los precios del aceite de palma bajando debido a las perspectivas de una gran producción disponible para su exportación desde Indonesia, mientras que el aceite de girasol cayó notablemente a causa de la débil demanda mundial de importaciones. Los precios más bajos del petróleo crudo también presionaron a la baja los valores del aceite vegetal.
El trigo encabeza la baja de los cereales
Por su parte, los precios de los cereales retrocedieron un 11,5% en el mes, aunque se mantuvieron un 16,6 % por encima de su valor de julio de 2021.
La reducción de hasta un 14,5% en los precios mundiales del trigo como resultado del acuerdo alcanzado entre Ucrania y Rusia para desbloquear las exportaciones de los puertos clave del Mar Negro, arrastró a la baja a todos los cereales incluidos en el índice. El aumento de la disponibilidad de cereales en Argentina y Brasil también influyó en esta caída.
Los precios internacionales del arroz bajaron por primera vez en 2022.
Azúcar
El azúcar, otro alimento de la canasta básica, disminuyó un 3,8% en relación a junio por preocupaciones sobre las perspectivas de la demanda dadas las expectativas de una mayor desaceleración económica mundial, un debilitamiento del real brasileño y precios más bajos del etanol que impulsaron una mayor producción de azúcar en Brasil.
Los indicios de mayores exportaciones, así como las perspectivas de producción favorables en India, también contribuyeron a la caída de los precios mundiales del azúcar, mientras que el clima cálido y seco en la Unión Europea suscitó preocupaciones sobre los rendimientos de la remolacha para azúcar y evitó caídas más pronunciadas de los precios.
Lácteos y carne
Los precios de los lácteos bajaron un 2,5% de junio a julio, pero aun así persisten en un nivel 25,4% superior a su valor de julio de 2021. Los precios de la leche en polvo y la mantequilla bajaron, en tanto que los del queso se mantuvieron estables, impulsados por la demanda en los destinos turísticos europeos.
El índice de precios de la carne de la FAO también retrocedió en julio, con un 0,5% menos que en junio, debido al debilitamiento de la demanda de importación de carne de bovino, ovino y porcino. Por el contrario, los precios internacionales de la carne de aves de corral alcanzaron un máximo histórico, respaldados por una sólida demanda mundial de importaciones y escasez de suministros a causa de los brotes de gripe aviar en el hemisferio norte.