La subida de los precios el 2,9% en julio marca máximos del IPC desde 2017

13 de Agosto de 2021
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Los datos del IPC correspondientes al mes de julio publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística muestran un crecimiento del 2,9% en términos anuales, la mayor tasa anual observada desde febrero de 2017. Se trata del cuarto mes consecutivo, una tasa superior al 2%. No obstante, su tasa de variación mensual ha sido del -0,8%.

En lo que respecta a la inflación subyacente, su tasa anual es del 0,6%, cuatro décimas más que el mes pasado. Un indicador más estable que excluye los precios de los bienes más volátiles como los productos energéticos y los alimentos no elaborados y que encadena ya trece meses con una variación anual inferior al 1% en la inflación subyacente.

Bebidas no alcohólicas y hoteles

Según indica el INE, las causas de este incremento en el nivel de precios se encuentran fundamentalmente en los servicios de alojamiento, en los de telefonía y fax y en los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas.

Este aumento de los precios no es ajeno a los bolsillos de los trabajadores y trabajadoras. El encarecimiento de bienes y servicios necesarios para la subsistencia puede dejar a muchas familias en situaciones de vulnerabilidad o agravar su situación. Los alimentos y bebidas no alcohólicas encadenan ya más de seis años ininterrumpidos de crecimientos, concretamente desde febrero de 2015 sus tasas anuales siempre han sido positivas.

Evolución anual de los precios de consumo

La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en el mes de julio es del 2,9%, dos décimas por encima de la registrada el mes anterior. Los grupos que destacan por su influencia en el incremento de la tasa anual son:

· Hoteles, cafés y restaurantes, con una tasa del 1,1%, más de un punto y medio superior a la del mes anterior, causada por el incremento de los precios de los servicios de alojamiento, que descendieron en julio de 2020.

· Alimentos y bebidas no alcohólicas, que registra una variación del 1,7%, seis décimas por encima de la de junio. Destacan en este comportamiento las subidas de los precios de los aceites y grasas y el pescado, frente a la disminución del año pasado, y que los precios de las frutas bajaron en 2020 más que este mes.

· Comunicaciones, cuya tasa se incrementa un punto y medio, hasta el –3,0%, debido a la estabilidad de los precios de los servicios de telefonía y fax este mes, mientras que descendieron el año anterior. Por su parte, los grupos con mayor influencia negativa son:

· Vivienda, cuya variación anual se sitúa en el 9,4%, un punto y medio por debajo de la registrada el mes pasado, a consecuencia de la disminución de los precios de la electricidad por la rebaja del IVA, frente al incremento de julio de 2020. Cabe destacar además, pero con influencia positiva, el aumento de los precios del gas este mes, que bajaron el pasado año.

· Transporte, cuya tasa desciende cuatro décimas, hasta el 8,5%, a causa de que los precios de los carburantes y lubricantes para el transporte personal suben menos este mes que el año anterior. Cabe reseñar también en este grupo, aunque en sentido contrario, el incremento de los precios del transporte aéreo de pasajeros, frente al descenso registrado en 2020.

Los precios suben, los salarios no

Sin embargo, la subida del SMI sigue sin acordarse para este 2021. Con un crecimiento del nivel de precios tan notable es inadmisible que no se ajuste al alza el salario de aquellas personas con un salario más bajo.

UGT exige que se suba el SMI en este 2021 sin demora para que los trabajadores con menos recursos puedan hacer frente a las subidas de los precios de los bienes y servicios.

Además de incrementar el SMI, el sindicato considera prioritario acordar subidas salariales en otros ámbitos. Por eso tampoco se puede aplazar la negociación del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva que es capaz de lograr dichas subidas salariales ajustándose a las circunstancias de cada sector y empresa.

Un riesgo para la economía

Durante la presentación del último informe de BBVA, los expertos de la entidad citaron el aumento de la inflación como uno de los riesgos para el crecimiento, aunque no se espera una espiral descontrolada de los precios a nivel mundial.

En el estudio del BBVA se explica esta subida en un escenario en el que las materias primas se encarecen más de lo previsto por la recuperación, aunque auguran una moderación a la baja a medida que la oferta reaccione.

La inflación como un riesgo latente

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal AIDEF también mencionó la inflación como un riesgo latente para la economía española. “Aunque se presupone una naturaleza transitoria del shock, una dinámica alcista permanente de los precios de las materias primas podría tener efectos negativos sobre los costes de producción y sobre a actividad económica, lastrando la velocidad de la recuperación”, advirtió a mediados de julio.

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