La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) no irá al Consejo de Ministros de este martes. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, así lo ha confirmado. La medida sigue estancada por las desavenencias con la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, por la falta de acuerdo en las cantidades.
Esta mañana en una reunión con el presidente valenciano en Alicante, Yolanda Díaz ha señalado que “La decisión de subir el salario mínimo está en la parte mayoritaria del Gobierno”.
¿Cuánto subirá el SMI?
En lo que si había acuerdo es en la necesidad de un aumento, pero no en su cuantía. Los sindicatos avisaron que no aceptarían un incremento menor de 23 euros, muy superior a los 13 que ofrece la parte socialista del Gobierno de coalición.
En una visita a Alicante para reunirse con el presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, ha defendido esta subida: "No hace falta decir cómo está el IPC y lo mal que lo pasa la gente".
La patronal niega una subida
Díaz ha asegurado que la patronal se ha cerrado a negociar el incremento salarial al proponer una congelación este año. “Es decir, subir cero; esto no es negociar, es otra cosa, y es sabido que la posición de este ministerio es obtener acuerdos con el mayor número de interlocutores”, ha señalado en la presentación del Foro de Diálogo 5+5 que se celebrará en Alicante en octubre y reunirá a 10 ministros de trabajo de la ribera mediterránea.
El salario mínimo obstruye la senda del acuerdo
Yolanda Díaz sabe dónde puede estar el acuerdo, tanto CCOO como UGT, apuntan a que a 1 de enero de 2022 el SMI, actualmente congelado en 950 euros, debería llegar a los 1.000 euros. Sin embargo, la vicepresidenta y ministra de Trabajo ha dicho que la decisión final "no está en esta parte de la coalición (en referencia a Unidas Podemos), sino ahora mismo en la parte mayoritaria del Gobierno, que ha de ser la que se pronuncie”.
Decide Pedro Sánchez
Las declaraciones de Díaz son dardo directo al presidente Pedro Sánchez, que a finales de agosto anuncia la subida inmediata del SMI, y a la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, que se cerró al aumento durante la primera mitad del año a la espera de unas mejores perspectivas económicas.