UGT y CCOO preparan un Primero de Mayo combativo y advierten: “La jornada de 37,5 horas no es negociable”

Ambos sindicatos han lamentado el fallecimiento del Papa Francisco, cuya figura deja un legado universal de justicia social, humanidad y compromiso con los más vulnerables

21 de Abril de 2025
Actualizado a las 14:02h
Guardar
Pepe Álvarez y Unai Sordo, secretarios generales de UGT y de CCOO
Pepe Álvarez y Unai Sordo, secretarios generales de UGT y de CCOO

Madrid se prepara para un Primero de Mayo cargado de tensión. UGT y Comisiones Obreras han dejado claro que la reducción de la jornada laboral y la reforma del despido serán las grandes banderas de sus protestas. “No vamos a renunciar a lo que ya se ha pactado con el Gobierno”, han avisado sus líderes en una rueda de prensa celebrada en Madrid.

“Proteger lo conquistado, ganar futuro” será el lema que encabece las más de 50 movilizaciones que recorrerán las calles de las principales ciudades españolas este Primero de Mayo. El ambiente no es de celebración, sino de presión. La falta de avances legislativos en la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales y la ausencia de una reforma del despido improcedente han llevado a los sindicatos a reactivar su maquinaria de movilización.

Una promesa que no llega

La medida de rebajar la jornada fue uno de los compromisos firmados entre el Gobierno de coalición del PSOE y Sumar. Sin embargo, tras la aprobación del anteproyecto por parte del Consejo de Ministros en febrero, el proceso se ha estancado. El paso siguiente —convertir ese anteproyecto en proyecto de ley y enviarlo al Congreso— sigue sin producirse.

“El Gobierno debe cumplir su palabra. Ya no hay excusas”, ha señalado Unai Sordo, secretario general de CCOO. Por su parte, Pepe Álvarez, de UGT, ha ido más allá: “Si no hay avances, habrá movilización sindical. No vamos a quedarnos esperando a que acabe la legislatura sin que esta ley se haya aprobado”.

Los sindicatos temen que la medida ni siquiera llegue a debatirse en el Parlamento. Junts, clave en la aritmética parlamentaria, ha mostrado su rechazo. Ante este bloqueo, Álvarez ha hecho un llamamiento a los grupos políticos: “Queremos ver quién permite que se debata y quién no. Que cada cual asuma su responsabilidad”.

Despido y Carta Social Europea

Además de la jornada laboral, otro tema que ocupará el centro de las protestas será la indemnización por despido. La legislación actual establece 33 días por año trabajado en caso de despido improcedente, con un tope de 24 mensualidades. Para los sindicatos, esto no basta.

“España está en falta con la Carta Social Europea”, ha denunciado Sordo. En los próximos días, se espera que el Comité Europeo de Derechos Sociales se pronuncie sobre la adecuación del despido en España al marco europeo. Según los sindicatos, el dictamen será claro: la compensación por despido es insuficiente y vulnera los derechos laborales.

Pepe Álvarez ha advertido que “la patronal debe sentarse a negociar o el Gobierno tendrá que legislar. No puede mirar hacia otro lado si Europa dice que el despido en España no cumple con los mínimos sociales”.

Aunque los sindicatos reconocen que se han conseguido avances importantes como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), insisten en que la precariedad y la salud laboral siguen siendo asignaturas pendientes. Piden una nueva ley de prevención de riesgos laborales que incluya la salud mental, la fatiga crónica y los riesgos psicosociales.

“No podemos seguir mirando a otro lado mientras aumentan las bajas por ansiedad o depresión”, ha dicho Álvarez. “La salud laboral no es solo evitar accidentes físicos. El estrés, las jornadas interminables y la falta de conciliación están machacando a la clase trabajadora”, ha añadido Sordo.

Contra las políticas de Trump

Los líderes sindicales también han querido dar un carácter internacional a sus demandas, criticando con dureza la política arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Según Sordo, “la estrategia de Trump es de matón de patio de colegio. No solo impone aranceles, sino que pretende marcar la política fiscal de Europa”.

Los sindicatos consideran que la respuesta europea ha sido tímida y piden una estrategia conjunta para reforzar la soberanía energética y económica del continente. “No se trata solo de contestar con aranceles. Hay que proteger el modelo social europeo”, ha remarcado el líder de UGT.

Ambos dirigentes han respaldado el viaje del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a China, como un intento de buscar nuevos equilibrios geopolíticos. “Es el Primero de Mayo más global que hemos vivido”, ha afirmado Álvarez.

Advertencia final al Gobierno

En resumen, los sindicatos llegan al Primero de Mayo con un mensaje claro: si no hay avances en la reducción de la jornada laboral ni en la mejora del despido, la calle hablará. No habrá margen para la complacencia.

“Las palabras ya no bastan”, ha dicho Sordo. “Queremos hechos. Queremos leyes. Queremos dignidad en el trabajo”.

Y en un aviso directo a Moncloa, Álvarez ha cerrado la comparecencia con una frase contundente: “El Gobierno tiene que elegir. O escucha a los trabajadores o se encontrará con ellos protestando en la calle”.

Este Primero de Mayo no será uno más. Será una jornada de presión, de exigencia y de lucha por derechos laborales que, según UGT y CCOO, ya deberían estar garantizados.

 

Lo + leído