Tras ser reprobado el miércoles en el Senado por la mayoría absoluta del Partido Popular (PP), el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha descartado la posibilidad de dimitir. En una entrevista con la SER, explicó que considera un «error de concepción» que la Cámara Alta lo vea como un «actor político», ya que afirmó que «el fiscal general no puede ser cesado por el Gobierno, ni está sometido al control político del Senado porque no es parte del Gobierno». Además, defendió su decisión de publicar una nota de prensa para aclarar un «bulo intencionado» difundido por el gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sobre el presunto fraude fiscal de su pareja, Alberto González Amador.
En un contexto de tensiones políticas, el líder de los populares europeos, el alemán Manfred Weber, criticó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un acto del PP, alegando que “España necesita un hombre de Estado, no un showman”.
El Fiscal General del Estado no dimite
García Ortiz también comentó sobre la querella admitida por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra la fiscalía, presentada por Alberto González Amador. Aunque la admisión de la querella se debe a que el tribunal solo conoce la versión de la querella y no los hechos completos, García Ortiz defendió la acción de la Fiscalía de emitir la nota de prensa, argumentando que tienen el mandato legal de ofrecer información veraz al público.
El fiscal general enfatizó que la reprobación en el Senado es parte de una «dinámica» impulsada por el PP para desacreditarlo, incluyendo acusaciones severas que le atribuyen, sin que haya tenido oportunidad de defenderse adecuadamente en la cámara, que según él, se convirtió en «una especie de tribunal de honor», algo que está prohibido.
Por otro lado, García Ortiz defendió a Dolores Delgado, la fiscal de Memoria Democrática, cuyo nombramiento también ha sido objeto de controversia. Criticó las bases de la oposición a su nombramiento y sugirió la posibilidad de volver a proponerla para el cargo si el proceso regresa a su inicio.
La pareja de Ayuso
El fiscal general refutó también las acusaciones relacionadas con la filtración de un correo electrónico de la defensa de Alberto González Amador, donde reconocía la comisión de varios delitos, incluyendo fraude fiscal. Según García Ortiz, la mención a este correo en una nota de prensa era necesaria para contrarrestar una falsedad que buscaba desacreditar a la Fiscalía y cuestionar su integridad.
El artículo inicial en El Mundo, que atribuía a la Fiscalía la oferta de un pacto de conformidad con González Amador, fue desmentido esa misma noche por la Cadena SER, que publicó el contenido del correo electrónico del abogado de la pareja de Ayuso, donde reconocía la comisión de delitos fiscales y proponía un acuerdo de conformidad.
Finalmente, el fiscal general reflexionó sobre las críticas y la oposición que enfrenta, pero concluyó que tales desafíos no disminuyen su motivación o compromiso con su cargo, subrayando la importancia de su misión de «transformar un país y cambiar dinámicas en estructuras tan conservadoras como la carrera fiscal y la justicia en España», a pesar del costo personal y profesional que ello implica.
