La actividad económica en España se ha mantenido resistente a pesar de los nuevos vientos en contra planteados por las consecuencias de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El fuerte repunte del turismo y otros servicios ha respaldado el crecimiento este año. El empleo ha superado su nivel previo a la pandemia. Sin embargo, los elevados precios mundiales de la energía y los alimentos, el debilitamiento del crecimiento de los socios comerciales, el deterioro de la confianza de los consumidores y las empresas y el aumento de las tasas de interés han frenado la recuperación de la producción.
La inflación elevada en 2022 se debió en gran medida al aumento de los precios de la energía y las persistentes restricciones de suministro. Después de alcanzar niveles de dos dígitos en el verano, la inflación general se redujo al 5,8 por ciento en diciembre, lo que refleja una caída en los precios del gas en Europa y el impacto de las medidas de apoyo a la energía. La inflación subyacente se mantiene por encima del 6 por ciento debido a un traspaso gradual de mayores costos de energía a precios más amplios y, posiblemente, a la disminución de la capacidad ociosa en la economía. Las presiones salariales se han contenido hasta ahora.
Ahora el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el crecimiento se modere del 5,2 % en 2022 al 1,1 % en 2023, lo que refleja los efectos de los altos precios de la energía y los alimentos, las condiciones financieras más estrictas y una demanda externa más débil.
Según los datos del FMI «se proyecta que la producción alcance su nivel previo a la pandemia a principios de 2024. Se espera que la inflación general continúe moderándose gradualmente en 2023, lo que refleja una base alta en 2022, la reducción de los cuellos de botella en el suministro y cierta normalización de los precios mundiales de los combustibles fósiles». No obstante, «es probable que tanto la inflación general como la subyacente se mantengan por encima de la meta del 2 por ciento en el corto plazo».
La incertidumbre en torno a las perspectivas es significativa dice el FMI. «Los riesgos a la baja incluyen condiciones financieras más estrictas de lo esperado, una demanda mundial más débil y una mayor volatilidad de los precios de la energía. Por el lado positivo, el uso acelerado de los fondos NGEU y la liquidación más rápida de los ahorros de los hogares podrían impulsar la demanda interna».
Evaluación de la Junta Ejecutiva
Los directores ejecutivos del organismo han elogiado «la resiliencia económica de España y el sólido desempeño del mercado laboral en el contexto de choques sucesivos». Sin embargo, han señalado que «las perspectivas están sujetas a una gran incertidumbre dada la vulnerabilidad a los efectos secundarios de la guerra de Rusia en Ucrania, una demanda mundial más débil, condiciones financieras más estrictas y precios elevados de la energía». En este contexto, subrayaron la importancia de políticas macroeconómicas «flexibles y cuidadosamente calibradas, así como una fuerte implementación de la agenda de reformas estructurales para apoyar el crecimiento sostenible e inclusivo».
Medidas adicionales para preservar la sostenibilidad del sistema de pensiones
También han destacado a las autoridades por su «oportuna política de apoyo para ayudar a los hogares y las empresas a lidiar con el aumento de los precios de la energía». Asimismo, han acogido con beneplácito los pasos recientes «hacia una mejor focalización y una mayor preservación de las señales de precios en el paquete de apoyo aprobado para 2023». Han resaltado la mejora en las finanzas públicas desde la pandemia y han dado la bienvenida a la postura fiscal moderadamente contractiva prevista en el presupuesto de 2023.
«En los próximos años será necesaria una consolidación fiscal gradual y sostenida, respaldada por un plan de consolidación a mediano plazo, para crear espacio para responder a futuros shocks», han enfatizado.
Otro de los asuntos sobre el que hacen hincapié es «la importancia de adoptar medidas adicionales para preservar la sostenibilidad del sistema de pensiones».
Sector financiero
Según los directores, han observado que «el sector financiero ha resistido bien la pandemia y las consecuencias de la guerra en Ucrania hasta el momento», y han alertado sobre su «estrecha vigilancia para garantizar que se mantenga sólido y resistente». Al tiempo han señalado que «el deterioro de las perspectivas macroeconómicas y el aumento de las tasas de interés probablemente erosionarán la capacidad de pago de los prestatarios» y han pedido a los bancos que sigan siendo «prospectivos en su evaluación de la calidad de los préstamos» y que mantengan niveles adecuados de provisiones.
Los responsables del FMI han enfatizado también en la «necesidad de monitorear de cerca el impacto del nuevo impuesto temporal del sector bancario sobre la provisión y el costo del crédito» y han aplaudido «el progreso en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y la aceleración de la ejecución de los fondos Next Generation EU (NGEU), que deberían reducir las barreras para el crecimiento de la productividad». A este respecto, han dicho que será crucial «establecer un sistema de evaluación regular, basado en datos y basado en resultados de las reformas. Para garantizar un uso eficaz de los fondos de NGEU, se necesita mejorar la coordinación en todos los niveles gubernamentales y con el sector privado, y mejorar la recopilación y el informe de datos sobre la ejecución».
Reforma laboral
El FMI reconoce «los resultados iniciales positivos de las reformas laborales recientes, con una proporción significativa de trabajadores que cambiaron de contratos temporales a permanentes», pero señala la importancia de «un seguimiento continuo para evaluar la eficacia de la reforma y la necesidad de renovar las políticas activas del mercado laboral para mejorar la eficiencia de la adecuación laboral y abordar los desajustes de habilidades».
