El PSOE alza la voz contra la "cultura del envenenamiento" hacia la prensa y pide al Senado que condene los ataques y amenazas de Miguel Ángel Rodríguez

01 de Abril de 2024
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Ayuso y Miguel Ángel Rodriguez

En un contexto donde la tensión entre el poder político y los medios de comunicación parece intensificarse, la reciente escalada de confrontaciones entre el jefe de Gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y varios periodistas, marca un nuevo capítulo en la preocupante dinámica de hostilidades hacia la prensa en España. El PSOE, en respuesta, ha solicitado formalmente al Senado que condene lo que describen como ataques "intolerables, inadmisibles y graves" hacia el periodismo, subrayando la gravedad de las acciones de Miguel Ángel Rodríguez.

Rodríguez, acusado de difundir información personal y falsedades sobre periodistas de EL PAÍS y eldiario.es, entre otros, ha provocado una alarma considerable dentro del sector. Las acusaciones contra los periodistas, incluyendo intentos de acoso y allanamiento, han sido rotundamente negadas por los implicados y las redacciones a las que pertenecen, evidenciando una peligrosa tendencia a deslegitimar la prensa. Además, sus comentarios amenazantes, tales como “Os vamos a triturar. Vais a tener que cerrar”, resuenan como un eco inquietante de hostilidad hacia un pilar democrático fundamental: la libertad de prensa.

La iniciativa del PSOE en el Senado, aunque probablemente no prospere debido a la mayoría absoluta del PP, es un testimonio del creciente malestar hacia una cultura política que, a ojos de muchos, envenena las relaciones entre los gobernantes y los medios de comunicación. Juan Lobato y José Manuel Franco, senadores del PSOE, han articulado su preocupación, señalando que la situación actual representa un "ataque frontal a un derecho fundamental reconocido y protegido por la Constitución".

La propuesta socialista no se limita a una mera condena de las acciones de Rodríguez; es una llamada a la acción para reafirmar y proteger los principios de libertad de prensa y ejercicio libre del periodismo. Estos principios no solo son fundamentales para el Estado de derecho, sino que también sirven como un mecanismo de control sobre la gestión pública y una expresión vital de la convivencia democrática.

La defensa de la libertad de prensa por parte del PSOE, y su petición al Senado para que se posicione firmemente en este asunto, es un recordatorio crítico de que la salud de una democracia se mide no solo por la conducta de sus políticos, sino también por cómo se trata a sus periodistas. La presión y las amenazas contra los medios de comunicación socavan la confianza pública en las instituciones y empobrecen el debate democrático.

La insistencia del PSOE en que las acciones de Rodríguez, y por extensión la aparente complicidad de Díaz Ayuso, no tienen cabida en una sociedad democrática, es una llamada de atención sobre la necesidad de mantener una prensa libre y sin restricciones. En este sentido, la moción presentada no solo busca la condena de actos específicos de intimidación y desinformación, sino también reafirmar el compromiso del Estado con la defensa inquebrantable de la libertad de expresión.

También han recordado que la presidenta de la Comunidad de Madrid, lejos de mostrar su condena, ha mostrado su complicidad con dichos ataques, lo que contrasta con la condena rotunda de la Agrupación de Periodistas de UGT, la APM o la FAPE.

En resumen, la situación actual destaca un punto crítico en la relación entre la política y la prensa en Madrid, y posiblemente en toda España. La respuesta del Senado a la petición del PSOE será indicativa de la dirección que tomará el país en cuanto a la protección de los medios de comunicación y, por ende, la preservación de su democracia. La cultura del "envenenamiento" hacia la prensa, simbolizada por las acciones y amenazas de Rodríguez, es un recordatorio de que los fundamentos de la libertad y la democracia están siempre sujetos a la vigilancia y defensa de la sociedad.

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