Khadija Amin: “Quiero que las mujeres afganas tengan una vida como la mía”

24 de Febrero de 2024
Actualizado el 17 de septiembre
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Hasta el 15 de agosto de 2021, Khadija Amin era el rostro del sueño cumplido para muchas mujeres afganas: cada mañana a las 9 al encender el televisor una joven periodista de tan solo 28 años les informaba las noticias en la televisión pública de Afganistán y, también, les presentaba que salir del yugo machista de la sociedad patriarcal era posible.

Khadija se había convertido, sin saberlo, en todo un ejemplo a seguir para millones de jóvenes que veían en esa presentadora que ser mujer no era una condena irremediable al ostracismo, a la marginación familiar y a la sumisión eterna a los designios de un hombre, que no habían elegido como pareja.  

De familia humilde, Amín se casó con solo 19 años. Después de seis años y tres niños, la joven hija de una maestra y un mecánico, no quería ser solo madre y esposa: quería estudiar, tener una carrera, ser una mujer independiente.      

Como ella misma lo cuenta a Diario16, Amín desafió hasta a su entorno familiar más cercano. Con la oposición de su padre y de sus hermanos, Khadija quería estudiar una carrera, y no cualquiera: periodismo.

Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán
Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán

Con mucho esfuerzo y un sinnúmeros de reticencias a todos los niveles, Khadija Amin llegó a ser presentadora de la televisión pública de Afganistán y demostró a su familia, a millones de mujeres y al mundo que un nuevo tiempo se abría en un país en guerra desde hacía más de 20 años.   

Pero ese idilio se rompió con la toma de Kabul por parte de las tropas talibanas el 15 de agosto de 2021: Khadija Amin presentó el telediario matinal de las 9 para nunca más volver, no la dejaron. En cuestión de horas, el reloj retrocedía en el tiempo a los 2000: el país ya no era el mismo.   

Traumática salida de Kabul

En esta conmovedora entrevista, Amín comparte con nuestros lectores su traumática salida de Kabul“con lo puesto” sin ni siquiera una maleta, agradece la ayuda recibida por el Gobierno de España para acogerla como refugiada, explica sus proyectos laborales y, sobre todo, manifiesta expresamente su preocupación por la situación de las mujeres en su país.

Además, de trabajar actualmente como periodista en España, en todo momento resalta su activismo por la igualdad y los derechos de las mujeres. Hoy forma parte de la asociación feminista el Club de las 25, presidida por la reconocida abogada Cristina Almeida.

Y a nivel personal Amin tiene su propia lucha: desde que abandonó Kabul aquella noche del 21 de agosto del 2021, no ve a sus tres hijos, el mayor de 9 y los mellizos de 7 años. Quizás como una evidencia más de la cultura machista de la que proviene, su expareja se los llevó a Alemania y no les permite tener contacto alguno con su madre que, hace poco más de un mes, les escribió una desgarradora carta abierta con la esperanza de poder abrazarles muy pronto.

¿Qué nos puede contar de como era su vida en Kabul hasta hace poco más de dos años? 

En Afganistán trabajé en varios canales de televisión y mi último trabajo fue en la televisión pública: presentaba las noticias y, también, preparaba reportajes.

Para mí no fue tan fácil ser periodista: las mujeres tuvimos que luchar mucho para tener derechos a elegir nuestra profesión. En mi caso, tuve que luchar dentro de mi casa, con mis hermanos, con mi padre y después a nivel social.

Pero mi sueño era presentar las noticias más importantes del día y, especialmente, el telediario de las 8 de la noche.

Cumplido ese sueño, la noche del 15 de agosto del 2021 se rompió…

Salvo Kabul, el resto del país estaba en manos de los talibanes. Ese día empecé el día normal, presenté las noticias de las 9 de la mañana y me fui fuera de la oficina para preparar un reportaje. Más tarde, a las 12 los talibanes entraron en Kabul, tomaron el poder, y, al volver a la cadena, me obligaron a ir a casa.

Siendo mujer y periodista los talibanes no podían permitir que Ud. volviese a trabajar en la televisión…  

No me dejaron entrar. Pero lo intenté para saber cómo era la situación, quienes estaban en nuestra oficina, que había pasado con mis compañeros…. Cuando llegué ahí, no había nadie, solo mi jefe que me dijo “Khadija, en cualquier momento van a llegar los talibanes y anunciaran que ya tienen el control de Kabul. No puedes quedarte aquí”. No fue nada fácil aceptarlo pero tuve que irme. Mi familia me estaba llamando, todo el mundo estaba muy preocupado.

Su vida estaba en riesgo… 

Efectivamente, mi vida estaba en riesgo aunque yo quería hablar con los talibanes para que me permitieran continuar con mi trabajo pero por mi seguridad me insistieron que tenía que irme a casa.

Recuerdo que salí llorando porque me daba cuenta que eran los últimos minutos en la oficina, en mi trabajo. No podía aceptar que los talibanes tuvieran el control de Kabul, deseaba que fuera mentira. 

Khadija Amin en su etapa como presentadora de los informativos de la televisión pública de Afganistán hasta el asalto de los talibanes a Kabul

Un antes y un después 

¿Y cómo se vuelve a casa sabiendo que no va a poder seguir ejerciendo su profesión por la que tanto luchó? 

Para mí, fue un día negro. Nunca pensé como perderíamos así tan fácilmente nuestros derechos por lo que habíamos luchado durante 20 años.

Y más duro fue aun cuando un representante talibán anunció en la televisión pública que nuestro presidente había escapado del país.

Mientras tanto, yo lloraba y gritaba y me preguntaba “¿Qué ha pasado? Si el presidente se ha ido, qué será de nosotros”. Nadie quería volver a la guerra. Estábamos todos cansados de la guerra civil.  

Fueron tres días que me los pasé llorando sin salir de casa, sin hablar con nadie. No quería saber nada. Fue muy duro tener que aceptar que no podía seguir ejerciendo mi profesión.

Siendo un personaje tan reconocido y popular, ¿Recibió amenazas?

El segundo día ya en el poder, el portavoz talibán del gobierno en una conferencia, afirmó que no había problema con las mujeres, que podíamos seguir trabajando.

Por este motivo, al tercer día fui a hablar con ellos. Pero al ir a la puerta de la cadena, uno de los soldados me aseguró “Si intentas entrar, te matamos. Vete a tu casa”.           

Pero aun así insistí creyendo que no eran los talibanes de hace 20 años, y después de hablar mucho con él me dejó entrar y el jefe de los informativos me confirmó “Nunca puedes volver, es mejor que vayas a tu casa”.   

¿Cuánto tiempo trabajó en los medios de comunicación de su país?

Yo trabajé en total 4 años y durante el último estuve en la televisión pública. Mi último telediario fue el 15 de agosto de 2021, fue un antes y un después en mi vida.

¿Y qué se hace en esa situación? Como se sentía Khadija Amín?

Yo empecé a dar entrevistas a medios de comunicación internacional creyendo que sería algo positivo y útil. Fueron dos noches y tres días donde no podía dormir, yo quería hablar. Me llamaron de muchos medios de varios países. Sabía que era un riesgo no solo para mí sino también para mi familia.

Todo un acto de valentía de su parte…  

De hecho mi familia me decía “Tienes que parar, por favor”. Yo recibí varias amenazas de personas desconocidas para que yo evitara hablar con los medios de comunicación pero para mí esto era una lucha que yo misma empecé y que continué hasta el día 21 de agosto en el que abandone Kabul.

Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán
Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán

Un exilio forzado y traumático

¿Y cómo fue esa salida de Afganistán?

Después de la caída de Kabul, todos los países empezaron a sacar a sus colaboradores, activistas, periodistas, a su gente. Como yo tenía contacto con periodistas españolas, una de ellas, Mónica Ceberio , me llamó y me dijo “Queremos ayudarte a salir y esta noche tu nombre está en nuestra lista”. Pero claro, mi pregunta era cómo entrar en el aeropuerto.

Al final me terminó acompañando un periodista chileno que ya me había entrevistado antes y después de la caída de Kabul.

En esos días donde todo el mundo estaba en el aeropuerto intentando salir de Afganistán, quiero agradecer a los militares españoles, a la ministra de Defensa y al Gobierno de España que nos ayudaron muchísimo… Nos salvaron la vida. Gracias a ellos pude entrar al aeropuerto y coger el vuelo rumbo a España.

Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán
Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán

En esta situación tan traumática. ¿Cómo se deja la familia?      

Mis hermanos ya habían salido de Afganistán y yo estaba sola con mis padres. Estaban muy preocupados porque el día que recibo esa llamada, le dije “Me voy no sé adónde ni cómo voy a llegar ahí”.    

A mi madre solo me dio a tiempo de decirle “Adiós”: no llegue ni siquiera a hacer una maleta.

Tenía mucho miedo, tapé mi cara con una mascarilla y me fui de casa.

Y después de muchas horas de vuelo, llegó a Madrid…  

Al salir del avión, yo estaba en shock y no sabía ni dónde estaba. Al bajar, la ministra de Defensa me abrazó y me tranquilizó “Ya estás aquí, es tu país”.

Y usted en ese momento no sabía español…

No sabía decir ni “Hola” pero bueno, hablábamos en inglés.

Me refiero a que en muy poco tiempo Ud. ha aprendido español y quiero ponerlo en valor…

Empecé a estudiar español luego. No es fácil empezar una vida de cero en otro país que no es el tuyo y al que no conoces más allá de los libros de geografía. Sin embargo, nunca he sentido que estoy en un país que no es mi país: siempre que he pedido ayuda, la gente me la ha dado. Y agradezco a todas las personas que me ayudaron a aprender español y a continuar con mi profesión aquí.

Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán
Maximiliano Fernández y Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán

Una nueva vida desde cero

¿Y cómo fue su proceso de adaptación ya en España? 

Para las personas que no hemos decidido abandonar nuestro país, sino que nos obligaron, es muy difícil empezar de cero.

Varias asociaciones trabajan activamente a favor de los refugiados. En mi caso, me ayudó Netwomening . Son fundaciones que dan alojamiento, dan comida, una ayuda para comprar ropa….Es que yo salí con un vestido y no tenía nada más. También, desperté el interés de Reporteros sin Fronteras que me contactaron para saber qué necesitaba.

Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán
Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán

Y como medio para insertarse laboralmente decide estudiar español…

Sí, hice un curso de tres meses en la Universidad de Salamanca y empecé a dar curso, conferencias, charlas, entrevistas…Aunque ahora cuando veo mis vídeos del año 2021 y digo “¿De qué estoy hablando?”.

De no ser por su rápido aprendizaje esta entrevista sobre su experiencia personal no hubiese sido posible…   

Mi vida ha cambiado por completo: he pasado del periodismo a una mujer activista por los derechos de las mujeres.

Del periodismo al activismo

De hecho, Ud. forma parte del Club de las 25, la asociación feminista presidida por la reconocida Cristina Almeida

Para mí fue y es un honor que, como refugiada, me ofrecieran una beca para formar parte de la asociación que lucha por los derechos de las mujeres. Desde el Club de las 25, hemos ayudado a varias mujeres a salir de Afganistán y, por ejemplo, a un grupo de mujeres en Pakistán a pagar los gastos de casa y comida.

Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán
Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán

Es empatizar con otras mujeres que están en la misma situación que Ud. estaba hace poco más de dos años, no?

A mí me gusta mucho ayudar a las mujeres, sé muy bien cuál es su situación. Yo quiero que ellas tengan una vida como la mía. Ahora soy una mujer feminista, tengo el apoyo de las mujeres y con un grupo estamos ayudando a otras mujeres. Eso tiene mucho valor cuando una persona consiguió libertad y conoció sus derechos.

¿Qué información le llega desde Afganistán?

En estos dos años nada ha mejorado, al contrario, todo ha ido a peor: las mujeres no pueden acceder a la educación ni al trabajo, no tienen libertad.

La mujeres están siempre manejadas por los hombres, su situación es peor que hace más de 20 años. Si una mujer no puede acceder a la sanidad pública, no puede enfermarse, ¿qué es la vida?

Y me angustia mucho que las niñas afganas no puedan estudiar en las escuelas.

Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán
Maximiliano Fernández y Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán

¿Se ha planteado presentar un telediario o de escribir un blog dirigido especialmente a las mujeres afganas?

 Como para mí no fue fácil dedicarme al periodismo, no quiero dejar mi profesión, me gustaría tener un programa o plataforma para mujeres de países como Afganistán hablar de su situación. Ahora veo que no hay noticias sobre Afganistán en la televisión pública ni privada en España: ya nadie habla en los medios sobre mi país.

No me gustaría centrar el programa solo en mujeres afganas, pero como en Afganistán no tienen libertad, no tienen derechos me centro en ellas. Pero también me gustaría reflejar la situación de las mujeres en otros países árabes.

¿Qué les gustaría decir a otras mujeres afganas? 

Quiero decirles a todas las mujeres que están en Afganistán que no están solas, que aunque estamos en España, desde aquí tienen nuestro apoyo. Estamos intentando buscar maneras para ayudarlas. Hasta el último día de mi vida, yo voy a luchar por las mujeres afganas para que tengan libertad.

Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán
Khadija Amin, periodista afgana exiliada en España, foto Agustín Millán

¿Qué mensaje le quiere transmitir al conjunto de la sociedad española?

En primer lugar, me gustaría agradecer a los españoles y españolas que me ayudaron durante estos dos años pero, os pido que no olvidéis la situación de las mujeres en Afganistán: las niñas no pueden ir al colegio, tener acceso a la educación…No olvidéis, más ahora que no hay noticias sobre Afganistán, que en un país del mundo hay niñas que tienen deseo de estudiar pero que no les dejan.

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