El Ministerio de Sanidad de Rumanía ha declarado esta semana una epidemia de sarampión a nivel nacional, después de haber registrado casi 2.000 casos nuevos en 29 de 41 de sus territorios.
El ministerio ha identificado a los niños de entre 9 y 11 meses, así como a los que aún no hayan completado su calendario de vacunación, como los principales objetivos de la campaña de inmunización y se ha comprometido a impulsar una campaña de información y sensibilización pública debido a la importancia que tiene la protección ante esta enfermedad.
A través de un comunicado oficial, el gobierno ha lamentado la caída de las tasas de vacunación en Rumanía durante la última década, señalando que el 78% de los niños en el rango de vacunación habrían recibido únicamente una dosis, y el 62% habrían recibido las dos dosis de pauta completa.
Alexandru Rafila, ministro de Sanidad, ha explicado que una cobertura del 95% sería suficiente para mantener el brote controlado. Ha señalado que las dudas respecto a las vacunas han aumentado paulatinamente entre la población de Rumanía durante los últimos años, y de manera más intensa desde la pandemia del Covid-19. También se ha referido a países como Alemania, donde estaría sucediendo algo parecido.
El sarampión es una infección viral que se transmite por el aire y es altamente contagiosa, pudiendo causar daños graves en algunos pacientes que desarrollen complicaciones. Los niños son más susceptibles a la enfermedad, y las vacunas han demostrado ser una herramienta de control y paliación de infección.
